Y
detrás está el otro poema
Aquel
arrinconado contra paredes grises
Aquel
sonriente porque sabe su destino
El
que se esconde entre las demás palabras
Como
un guerrillero lo hace en la selva
Detrás
está ese otro poema
El
de aguas intranquilas y baile de doncella
Ese
otro poema suicida y asesino de todo lo que se le interpone
Ese
aniquilador arrinconado por la nube y el polvo
Ese
gigante llorón que se transforma cada día en una estrella de mar
(Modisto)