LA DIFICULTAD DE SALTAR UNA VALLA
Yo también quiero que poco a poco la lluvia sea esa nube coronada de luna llena que se filtra entre las pupilas de tus ojos desprotegidos
(Modisto)
LA DIFICULTAD DE SALTAR UNA VALLA
Pues la verdad, es que me siento bien, verdaderamente bien y fuerte y tranquilo, no sé, me pasa una de esas cosas que me parece que en una de éstas, recuperaremos algunas de las cosas que nos robaron, y si no lo conseguimos, pues que como que me da igual, porque seguiremos siendo los mismos.
(Modisto)
LA DIFICULTAD DE SALTAR UNA VALLA
Es tan duro lo que se sufre en lugares donde nunca nada es fácil como para que ahora yo o nadie nos pongamos a subir escritos sobre la pornografía del aire y de la inmoralidad de los que somos humanos para quedarme y quedarnos después tranquilos y volver a respirar y comer y descansar y dormir sobre un niño gazatí muerto
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LX
La emoción humana patina tras cada uno de sus pasos
Y cae y a veces no se levanta o bien por pereza
O porque la emoción es así
Cambiante
Y va sin venir o sin irse del todo
Y te caer una lágrima como puede hacerte doler cada uno de los músculos de la risa
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LVIII
Desde que te sientes rodeado hasta que lo eres y mucho después
Cuando sepas que no lograrás liberarte
Debes pasear todo el tiempo del mundo y su continuación si la hubiera
En ese desorden que te hace resbalar y volver a caer
Y que en cada día desde entonces
Sólo sabes que eres uno de esos tantos pájaros caídos de su nido
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LVI
Un viento helado puede hacerte despertar de un desierto como una palabra al oído
O como un silencio puede ser un disparo que estalle cerca de tus ilusiones
Poco antes de acercarte al quiosco donde todas las tardes certificas que aún eres un niño abandonado
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LIV
Era como de cuando niño te regalan dos bicicletas
Y tú no sabes conducir ninguna de las dos
Y tienes un espacio abierto y llano por donde disfrutar de ellas
Pero sabes que están ahí
Y cualquier día
Cualquier mañana de verano
Alguna vez los pedales pudieran llevarte sin esfuerzo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LII
Lo que se quedaba desdibujado en el horizonte
No era la resbaladiza figura de sus caderas contoneándose allá a lo lejos
Quizás tampoco el ruido entrecortado de un llanto por algo perdido
Nunca se sabrá si del todo estábamos hechos el uno para el otro
O la ocupación de nuestro espacio lo había ocupado el canto de un pájaro
O el olor a café recién hecho por la mañana
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
LI
Los pies mantenían una intranquilidad de pasos de baile trasnochados
Mientras los brazos buscaban rodear la oscuridad de una noche de blues
Donde tendría que haber ocurrido un asesinato en el hotel
Que tanto deseaba ser pisoteado por un detective sabiondo y por un asesino que ya no estaba allí
Pero nadie huyó ni murió nadie aquella noche porque la vida es eso
De que todo salga al revés de como lo habrías deseado
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
L
El jersey era de fuerte algodón y las rosas comenzaban como cada mañana a salir de sus dedos
El cielo estaba parcialmente nublado y el silencio del público era como construir un cementerio al borde del mar
Coronado por un barrio alto y una plaza con ranas y un mes de agosto de tanto calor
Que venía de camino un iceberg a refugiarse en el paraíso de su infierno
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XLVIII
Las calles estaban solitarias
Alzándose como buitres cada uno de los miedos que germinaban y que se hacían gigantes
En cada uno de los ciudadanos
En sus voluntades marchitas
Y en eso
Alguien alzó la mirada sin ver más que unos ojos con lágrimas
Cayó sin un lamento
Y volvió a caminar por calles solitarias
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XLVI
Uno acaba siempre pensando que asesinar es algo fácil
Como tomarse un café o como lanzar el sedal sobre el féretro del Mediterráneo
Pero el muerto nunca resulta ser lo que pretendemos
Y se revuelve y sigue respirando y sigue agarrándose a tu pierna
Como si nacer resultara ser una razón de vida o de tu muerte
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XLIV
Donde siempre habitamos es a pocos pasos de la muerte
Descendemos y descendemos esa alegre pendiente de creer
En la voluntad de pertenecer al club de los inmortales
Por eso
Nunca asistimos a nuestros entierros
Más que como fallecidos protagonistas
Sin ya saberlo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XLIII
Lo mismo fue una luz oscura reflejada en un clavel marchito
Que la sombra que se desprende de los millones de estrellas que se dejan caer de los labios
Que sólo saben repartir besos de noche cuando no también de madrugada
Sin faltar los que de mañana se regalan
No vaya a ser que el río me lleve antes de llegar al siguiente que te debo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XL
En cualquiera de los tejados o de los suelos donde se recuesta el sol
Debería sonar la música esperanzada de una sombra
A la que una hoja en blanco deseara inmortalizar
Para no creer más que en lugares donde no sobre ningún árbol
Y donde todos reproduzcan el verde de su necesidad
Que es la nuestra
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXXV
Sin mucha tristeza ni demasiada alegría
Los dos muertos se paseaban en sus coches fúnebres
Entre gente mugrienta pero bien vestida
Por las calles desiertas del pueblo
Sin casi dejar constancia de la pérdida
Pero haciéndose leer por carteles que invitaban a no perdérselo
En algo había que echar la tarde más calurosa
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXXVI
En todo cuerpo transitan otros miles y miles de cuerpos
Que nunca fueron adoptados del todo por ningún otro
Que no fuera por la sucesión de millones de tiempos que sólo pertenece
A cientos de descuidos y de casualidades que te van formando
Sin ser nunca uno del todo propietario más que de lo que vas dejando por el camino
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXXIV
Ayer como hoy respiramos un tanto por ciento mínimo de lo que nuestra capacidad necesita
Puede que por aburrimiento o porque al ver una puesta de sol
Necesitemos rellenar a cada momento el almacén de nuestras pequeñas heroicidades
Que son las que al fin y al cabo nos dan la fuerza para seguir avanzando sobre nuestros escombros
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXIX
No se puede esperar mucho más que el descanso del día de tu muerte
Con algunas flores y el sabor salado de ciertas lágrimas
Y muchos olvidos tanto antes como después
Cuando se certifique que tú ya no existes
Y seas tú el único que no haya llorado
Es de mal gusto creer que vivirás eternamente
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXVIII
El temblor de la última página inconvenientemente olvidada
Sin que en ella se deposite ningún rincón de luz de donde estás
Cualquier duda la marca el miedo a perder aunque sea poco
Apenas nada
La compañía más desesperada
Un disparo de felicidad
O la oportunidad fantasma de seguir soñando
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXVII
Cualquiera puede olvidar rápidamente las sombras de sus dudas
Y embarcarse en un viaje sin salida en ese lugar donde las literas se acaban de romper
Y los cuerpos van cayendo unos sobre otros más allá de intentar mantenerse a flote sin perder el compás
En el entredicho de una media luz que hurgue en las profundidades de las heridas de otro cuerpo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXVI
La falta de risas empequeñece los espacios y los convierte en lugares perfectos para los enredos de las serpientes
Es ese lamentable estado en que cada mañana se despìerta el planeta
Como cuando visitas el jardín de tu infancia y las únicas flores plantadas son los perros enterrados que llenaron de alegría tus vueltas del colegio
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXIV
Supongo que quienes así somos
Así seremos
Y cambiarnos es algo complicado hasta para nosotros mismos
Porque raramente estamos convencidos de algo y sin embargo todo lo nuestro lo defendemos con pasión
Como si la vida nos fuera en ello
Y como si el tigre que persigue al agresor fuera uno mismo
(Modisto)
COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES
Un rey nunca puede decepcionar, pues nunca ha sido elegido ni para eso ni para su contrario ni para nada, y mucho menos para decidir, ni siquiera para proponer a ningún candidato, pero es que, ni siquiera para ser presidente de su edificio, si es que alguna vez un rey pudiera ser presidente y viviera en un edificio con sus vecinos, sus enfermedades, sus dificultades para llegar a fin de mes. En fin, como si fuera eso que dicen, el primero de los españoles.
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXIII
Dibujábamos las cosas como los niños rompen sus juguetes de tanto ir y venir
Sin ocultarse bajo ninguna rama ni sobre ninguna estrella
Eso sí
Balanceándose en la inocencia de un eterno segundo y en sus innumerables formas de sobrevivirse
Como si el manisero llegara a la plaza y pregonara que nada nos pertenece
Cantándolo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXII
La extraña y a la vez la tan familiar manera de conducirse los cuerpos hacia otro cuerpo
Como si entre la mantequilla y la mermelada sólo el calor fuera capaz de compartirlo todo
En un aceite esponjoso y acogedor
A punto de derretirse en su nube de entrega
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XIX
Busco en los escaparates de las ciudades y de los extrarradios
Alguna muñeca ciega o tuerta o sin brazos
Masacrada por los años y enfrentada al desaliento
Con algún tatuaje de valentía en sus pechos
Y sin ningún otro proyecto que el de viajar hacia su propio destino
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XVIII
Pudo haber sido en cualquiera de esas formas trasnochadas
En las que llorar era como recorrer un camino
Pero manteniendo firme un libro al que se le vuelan las hojas
Y sin protección ni de Dios ni de su gracia
Volvemos al lugar en donde nos encontramos con el muerto
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XVII
Las manos están para otras cosas mucho más pertinentes y gratificantes
Que para levantar el odio de un muro o para la inutilidad de apagar las velas con los dedos mojados en saliva
Sin necesidad de mirar las horas o los años cumplidos
Las manos tienen vocación de submarino y nacieron para navegar ocultas por las profundidades de otro cuerpo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XVI
Si no hubiera una esquina adonde llegar para seguir a ciegas
Ni un misterio que nunca pudiéramos resolver
Y una gran avenida sin retorno
Y un perro al que le estropees su paso
Y un ramo de flores que se te cae de las manos por tu inexperiencia
O porque nunca es demasiado tarde para besarte
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XII
Cualquier agujero sirve para alojar en cualquiera de sus profundidades
Cualquiera de los trozos derrotados que atesoran los flecos de los lugares donde no queremos estar
Para por allí poder filtrar cualquiera de esas maneras de decir que los canallas
En cualquiera de sus formas
Siempre están demasiado cerca para creer que podemos ya olvidarlos
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
VIII
Esa es una forma de conocerse sin ser ni saludado ni conocido
Como si fuésemos huérfanos de un suicidio cada mañana al cruzarnos
Ya sea aún con noche o con madrugada
Siempre la luna nos espera en aquel árbol que aún no se atreve a darnos sombra
Por su timidez
O porque es demasiado temprano
O tarde
Eso nunca se sabe del todo
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
VI
Tardar mucho en resolver los problemas puede ocasionar fuertes dolores mentales
Y algún que otro interesante desafío en la cama recién despiertos
Y que las máscaras nos las pongamos y nos las dejemos olvidadas en cualquier rincón
Cuando ya dejamos de ser lo uno y el disfraz de lo otro
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
IV
No es que sea preciso despertarse de una pesadilla intranquilo
Habrá otras miles de maneras de hacerlo
Como contarle un chiste a alguien que duerma a tu lado si así alguien lo hace
Y no recurrir al truco fácil del sudor frío y la agitación del corazón y la ansiedad de no saber
Cómo quedar bien tras una tormenta sin agua
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
II
Siempre me la he imaginado así
No sé
Como nadando entre peligros que resolvía
Así
Tal vez
Como sin pestañear
Porque todo parecía tenerlo controlado
Aunque eso no fuera del todo seguro para los demás
Pero sí para ella
Porque
No sé
Así sin saber bien del todo
Es como la veo
Siempre protegida
Siempre sin miedo
Siempre más allá
No sé
Es así
Como me saluda sin ella saberlo
Como una exploradora de estrellas
(Modisto)
LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
I
Es una pesadez que todos los enamorados acaben formalizando su relación y viajando a algún paraíso de lagunas doradas
Y sufriendo de la felicidad de todos los besos robados y dados y soñados sobre y bajo los puentes como nubes de caricias y fábricas de polígonos industriales abandonados
En el canal flota un suicida día y noche tarde y mañana entre ventanales agitados por el viento y sembrados por una humedad de intranquila virgen en un punto de arena que es el intruso sin patria
Ese extraño hereje que todos llevamos dentro cuando nos falta el aire en medio de la guerra de una puesta de sol iluminada por dos manos que se aprietan
(Modisto)
LA SOLEDAD DE LO
COTIDIANO
XCIV
Lo mejor de cada casa está en su
entrada por donde aún cabalga débilmente el aroma de la parte de fuera
Y todavía no ha sido contaminada del
todo por lo de dentro y su encierro y su sentido de tribu y sus conspiraciones
Y la posibilidad de que cualquier
monstruo habite en sus escarpados órganos
(Modisto)
COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES
Para María Luisa Ortega,
que en cada paso que da enciende la alegría
Delicado pie de Cenicienta
Que con zapato deportivo y al compás
de todos los bailes
Que por pasillos y aulas pudieran
aparecer o inventarse
Y por el aire de la risa
contagiosa
Y jamás sin perder el compás
Y siempre con ese traqueteíllo de
cuento de hadas
Con talón sin punta adelante y
atrás
(Modisto)
LA SOLEDAD DE LO
COTIDIANO
LXXX
Como se enciende la luz de los
ojos en el cabo de una vela
Y el suicida es capaz de lograr una
sonrisa antes de su último salto
Y como cuando vuelven a sonar las
tripas en su espera interminable
Hoy llueve bien fuerte aunque el
lagarto se pasee por tu solitaria calle
(Modisto)