COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCIX

Al pertenecer a la poesía secreta, te quedabas como sin palabras para decirte lo tanto que sin saberlo tú me querías sin decirlo.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCVIII

Recorríamos entre besos fugazmente tórridos, los escombros de dos cuerpos como los nuestros, donde en cada contacto florece la sangre de nuestra felicidad.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCVII

Todo aquello fueron años de orgasmos fingidos con taquicardias incluidas en un desierto corazón que era el de ambos, pero a mucha distancia.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCVI

Hubo noches arrastradas de insomnios y pesadillas desatadas de, si no lo sabes, yo lo  amé hasta el cruel veneno de su huida.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCV

Me dejé atrás la imagen, tantas abrazadas por tantos, de un brujo con eternidad de gloria, adiestrando aquello del bien y del mal.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCIV

Alguien entra cada noche en los sueños de un desconocido que acaba como un tipo extraño escondido en las curvas de cualquier tormenta.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCIII

Una gota seca en su garganta la transportó a esa noche vivida entre hombres que asaltaban unos deseos que no eran los suyos.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCII

Atendió reclamaciones, ambiguos expedientes, leyó y clasificó veintitrés currículums antes de deshacerse nuevamente en una colección de acrobáticas posturas solitarias en su cama.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XCI

La pregunta fue demasiado clara para una respuesta tan incierta. Era no saber, entre una tormenta que solo descargó rayos y mucho ruido.

(Modisto)