LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXIX

Cualquier vida o todas las vidas penden de un descuido que al flotar en el aire

A veces sube mientras otras veces baja

O se enreda en laberintos de calles sin salida

Y se desmaya sobre un suelo con tacones de aguja en peligro

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXVIII

La gente somos como si no muriéramos

Como si viviendo y viviendo no cayéramos en ninguna fosa ni en ninguna hoguera

Que no fuera otra que la cama dolorida y placentera de cada noche

(Modisto)

 

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXVII

Hay voces dulces colgadas en la yema de los dedos

Desprendidas de los árboles y con una diminuta gota de luz

Que inunda palacios y senderos

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXVI

Debe ser difícil ser rompecabezas en medio de un tablero sin árboles

Y ajustarse a sueños tan imposibles

Como el de caer en el vacío de una vida también sin ruido

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXV

Hay gente que se mueve bajo la lluvia y se muere en ella

Y camina descalza sobre los tejados bañados de sol

Y en ciertos momentos desaparece y ya no son sino agua

Y su contrario

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXIV

Al poco de adentrarse en un ascensor

La vida puede llegar a ser un dulce valle enlatado

Como el río que atraviesa las tempestades

Y que cruzan el paso de un piso hacia el otro para nunca detenerse

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXIII

No solo hay flores en primavera ni solo en las macetas o en los huertos

Ni calor solo en el microondas

Ni solo hay silencio entre lo que ya es tarde

Y apaga la luz

(Modisto)

 

LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXII

En todo cuarto de baño hay una orquesta

Adonde van a parar las aguas de lugares diversos

Y bien mezcladas y en armonía se cruzan y se besan

En la plenitud del fluir de una sinfonía

(Modisto)

 LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO

LXXXI

Con perlas el viento va bajando la calle

Sin más acompañamiento que el de un pregón

Que entre las sábanas de amantes solitarios

Se vuelven monstruos enfrentándose a abandonados espejos

(Modisto)