SIEMPRE HAY UN TONTO QUE ESCUCHA LA
RADIO
XXI
(A los que se
les cierra con las llaves dentro)
Ese suspiro último que
se deshojaba tras una red sobre la que tenía y se tendía que traspasar una
pelota de tenis de pelo amarillocasiverde con el rojodelaarena
Cuando todo se quebraba
en una sonrisa bastante
Perdida
De esas que para
recuperarla haría falta un solo de John Coltrane
Y aun así al violín se
le quebrará una lágrima de cuerda mal tensada
Tras una extraña taza
de café aquella mañana de tránsito hacia ese
Porque eso tiene lo de
querer ser ese
Y no oponerse a lo que
el viento nos tiene predestinado
(Como si el viento
fuese un ángel administrador de porvenires)
Pero no siendo nunca
Por el miedo
Por la presión en las
sienes cuando se vuela
Y se deja atrás lo
importante
Eso que a ojos o a boca
de cualquiera
Es una estupidez
Como también fueron
estúpidas las ideas de Leonardo o de Galileo
(Por el enorme poder
del intelecto de los mediocres)
Así se cae
Se derrumba uno en querer
ser un saxo tenor de culto y drogado
Insensible a la
cotidiana forma de ser acariciado por el viento porque planea por sobre lo que
es un día y una noche
A los que les sigue
otro día con otra noche
Y yo los veo desde
arriba no muy alto por lo de mi vértigo
Y por lo de seguir
viéndote aunque sea cerca de una nube hasta casi ser siendo gotas de lluvia que
aún no lo son
Alumbrar cualquiera de
las torres de arena
O
Resolver o revolver lo
que nos queda de vida
¡Qué ilusa torre de
arena colgada de una pinza de la ropa que del suelo la hago viajar a un anónimo
buzón de correos!
Pero la llave se quedó
dentro de lo que era el castillo o la mansión o el caparazón de una tortuga aún
superviviente
Y una figura simple que
te protege del peligro de fuera cuando el peligro de dentro es tan grande
Que puedes perder el
pie o una oreja o toda una vida encerrada
Entre las cuatro
paredes
De las que te has
liberado porque las llaves se quedaron dentro y tú estás
Bien fuera
Sin saber si tienes que
ahora construir un castillo de naipes
O es la tormenta de
este poema la que te emp0uja a disfrazarte de Polichinela y saltar a las calles
donde tantas horas han dejado de verte para recibir sus golpes
Sin dejar de ser tú con
llave en la cerradura
Y por eso
Y porque quedó escrito
hacía tanto
Coges un silencio de
madrugada y comienzas a andar y sales sin protección y sin la vista bien
graduada
Y la confusión se
vuelve un camino recto y liso solo para ser andado
Y por eso está ahí
Para un paso después de
otro y sin ninguna luz que pueda apagar las sombras ni el negro brote de una
flor plantada en la tierra donde no la deje crecer porque alguien barre las
aceras y está a punto de amanecer bajo una alfombra llena de pelusas
Ser algo de lo que no
eres
Es ese andar por una
calle que no te esperaba
Es una hora que no
marca ningún reloj
Pues aquella calle
contigo allí no es que no exista
Sino que no es ningún
lugar
Sino que son las llaves
del otro lado que es ahora cuando tienen vida
Dejándote a ti como un
ser neutro y de esas llaves colgadas en aquel otro sitio
De caligrafía fácil a
la vez que ininteligible
(Modisto)