sábado, 28 de septiembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

XL

Nunca digas así sin más

Buenas noches

Porque pudiera ser de

Mal gusto

Cuando aún quedan amaneceres por resolver

Y

El nuevo día no se ha despertado aún del todo

(Modisto)

Complementos circunstanciales

MANIFESTACIÓN ENTRE LOS VERDIALES

Me llevo enganchada la verde manifestación

A los tobillos

De donde arranca con nobles pretensiones

La tinta de estos ilusionados soñadores

Y con marcha muy marchosa

Caminamos con alegría exitosa

Hasta que

(Esta ciudad nunca puede dejar de sorprendernos

No puede parar de devorar a sus hijos)

Y por el cauce de la ruta nos desbordamos

Hasta el infinito más surrealista

(Podría haberse superado con algún trono que por allí circulara

Pero no lo hizo)

Y es que de pronto nos encontramos abriéndonos paso

Entre los verdiales de nuestros montes de Málaga

A ritmo de poesía popular y afinado violín

Pero lamentablemente sin su enjundioso plato



¡Qué razón tenía Vittorio Gassman

Pero qué pequeño se quedó mi Moby Dick!



Esta ciudad siempre salta más alto

Y siempre cae en lo más absurdo y

En el ridículo de mayor postín

(Modisto)


miércoles, 25 de septiembre de 2019


VOLVERSE PARA NO DECIR MÁS

Yo me volví para decirle que no tenía nada más que decirle, sino que se nos habían acabado las hojas de un calendario que a todos se nos agotaba, porque yo quería que tú me recogieras de mis destrozos y yo quería también y sin duda ser recogido de entre aquellas mínimas hojas del árbol que se hacían montañas en la acera, siempre poblada y siempre desierta, y donde todo quedaba abandonado en un montón de palabras que se dijeron entre millones de olvidadas caricias que no se dieron y que dejaron de recibirse.

(Modisto)

martes, 24 de septiembre de 2019


CAMINO

Yo aparté con mucho cuidado las piedras y removí las arenas hasta que encontré su beso muy cerca de un camino que nada dejaba detrás.

(Modisto)

lunes, 23 de septiembre de 2019


NI PIRUETAS NI ESCONDIDAS

Aunque no hacíamos ni piruetas ni el amor ni a escondidas ni a sacudidas, era como seguir sabiéndonos sin lograr nunca sabernos del todo, y seguíamos siendo pareja muy lejos de aquellos desmayos que nos daban en los calores de alguna mañana de julio y que ahora están cerca de nuestros recuerdos.

(Modisto)

domingo, 22 de septiembre de 2019


BÚSQUEDA Y CAPTURA DE UN LUGAR

Preferiría subir pero sin hacerlo, si pudiera hacerse así, no porque no me fíe de ti, sino por todo lo contrario, y es que no me fío de mí porque sigo sin encontrar un lugar entre tantos lugares habitados por el corazón de nuestros recuerdos y de nuestros futuros.

(Modisto)

sábado, 21 de septiembre de 2019


ES UN ESO DE QUÉ MÁS DA

Todo el mundo tiene algo que ocultar, aunque solo sea una pequeña dosis de algo que le hizo feliz o una enorme magia de la que podría vivir, en esas noches del desierto donde nada puede esconderse salvo bajo la arena, pero esta durante la aparición de la luna, y en las tormentas, se mueve con violencia, y entonces, fácilmente algo que se oculta puede mostrarse a la superficie, y el cuerpo de alguien se podría unir a otros que ya están disfrutando de algún oasis, y por tanto, lo mejor sería hacer desaparecer el cuerpo con ácido, en un cubo donde se desintegrara, pero en aquel lugar inhóspito era difícil encontrar ese componente químico que hace volatilizar los cuerpos, por lo que, para ocultar ese algo que todos debemos ocultar, y que todos lo hemos hecho, lo mejor es dejarse llevar por un beso en la madrugada, y que la policía se encargue de hacer bien su trabajo.

(Modisto)


viernes, 20 de septiembre de 2019


DESAPARICIONES CON FIRMA

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos

(Mario Benedetti. Desaparecidos)

Es triste que lo hubieran matado así, cuando nadie sabía mucho de él desde hacía un año más o menos cuando su mujer dio el aviso de que su marido no aparecía por casa desde hacía tres días, que salió de casa con la hija de ambos para acompañarla al colegio como cada mañana, justo cuando llovió por última vez y a todos nos pilló por sorpresa y sin paraguas, y eso creo que nos despistó a todos, y quizás fuera por eso que hasta ayer yo no echara de menos a mi marido y a mi hija hasta ayer por la noche, cuando caí en la cuenta de que era jueves y de que ese es el día de la semana en que intentamos inútilmente recomponer nuestro fracasado matrimonio, y fue entonces cuando en el hueco del lado de la cama que ocupaba normalmente mi marido, él no estaba, y entonces caí en la cuenta de que no estaba esa noche ni estuvo las dos noches anteriores, pero la noche de ese jueves como la de todos los jueves, era cuando yo lo necesitaba, y entonces solo pude conformarme con el dulce placer de congeniarme conmigo misma, lo cual siempre me es bastante agradable y reparador y hasta placentero, antes de llamarles a ustedes para saber sobre el paradero de mi marido, y entonces van y me dicen que tengo que acercarme a esta comisaría y aquí acaban de decirme que lo han matado un año después de que yo lo matara, según ustedes, me acaban de culpar de algo que yo no hice, porque yo lo amaba al menos todos los jueves por la noche, no me creerán, pero yo alguna vez perdí el conocimiento esos jueves de a veces locura que tan inolvidables fueron, de cualquier manera, es triste que lo hayan matado así, sin dejar huellas y tras una larga tortura cuando era un amante tan tierno y tan firme como lo es la mirada de un águila en su vuelo. Yo nunca lo habría matado así, desde luego, lo habría hecho de una forma más sofisticada, no sé, tal vez con veneno, o con alguna pastilla diluida en su vaso de leche de los jueves antes de acostarnos, en aquellos momentos donde rompíamos los tímpanos de quienes más allá y más lejos, querían vernos lo más dormidos posible. Nunca lo hubiera torturado a no ser que yo perteneciera a una de esas familias que sufrieron la desaparición de alguno de sus familiares y que los galones del traje militar de mi marido que dejaba sobre el galán de noche, hubiera dejado su firma.

(Modisto)

jueves, 19 de septiembre de 2019


LA MÚSICA COMIENZA DE MADRUGADA

El trompetista llegó muy tarde, y el concierto se fue a la mierda, y empezaron a llover miles de octavillas desde donde se les llamaba a quedarse en las casas deshabitadas para que así no las ocuparan aquellos que ni tú ni yo, sino esos que ocupaban esas casas que ni eran suyas ni les pertenecían más que como un lugar donde pasar una inolvidable noche de swing.

(Modisto)

martes, 17 de septiembre de 2019


EL DESPERTADOR

Yo de pequeño no necesitaba despertador, ese para mí era un artilugio tan extraño como desprotegido de ningún cuerpo, porque ya el cuerpo y la voz para despertarme y el olor a pan tostado lo ponía mi abuela que además me cantaba Suspiros de algo que ella decía que era España sin yo saber muy bien ni lo de los suspiros ni lo de España, pero que con su voz yo ya me sentía amparado en un nuevo día del que nadie iba a ser capaz de desembarcarme.

(Modisto)

domingo, 15 de septiembre de 2019


CUANDO ALGUIEN SE PIERDE Y ERES TÚ

Se perdió en el concierto como al fin se pierden unas rodillas, porque ya no se sabe si le tabletean o porque ya no pueden sostener lo que su cuerpo pesa sobre el suelo, pero a la mañana siguiente apareció bien contento y dispuesto a tomarse un par de cafés con alguna tostada incluida para después tomarse una prolongada ducha de agua fría para al final caer sonriente sobre el asiento trasero del coche y cerrar los ojos con su continuada sonrisa sin poder responder a las estúpidas preguntas que deseaban saber qué le había pasado cuando se perdió al principio de comenzar el concierto.

(Modisto)

ALGO LEJANO

Hubo un disparo que pareció sonar bien lejos, y el hombre salió al porche creyendo que desde allí podría ver, por el humo, de dónde procedía, pero no hubo nada de eso ni nada de nada, solo vio el mismo campo desierto de siempre, y escuchó al punto otro estruendo pero este bien cerca de sus oídos hasta hacérselos reventar junto al resto de su cara, y aquello le sonó como aquellas tracas de cuando éramos pequeños en algunas noches en las que nos dejaban acostarnos bastante más tarde de lo habitual porque eran las fiestas del pueblo o la verbena del barrio.

(Modisto)

sábado, 14 de septiembre de 2019


ESA MANERA

Era esa manera de decirme que estaba vencida como si una vaca atravesara el salón de tu casa con ojos compasivos y tú no tuvieras palabras para decir que la nieve tarde o temprano llegaría, como también regresan las cigüeñas o el topo sale cuando salen los días de calor, solo era esa forma de que la hija a la que sostuvo tantas veces entre sus brazos se iba hacia otros lugares que ya no eran los suyos, aunque ella siguiera manteniéndolos abiertos para que se acogiera a ellos cuando quisiera.

(Modisto)

DESAPARICIONES

Se oyeron gritos y un pataleo innecesario y algo así como una mecedora que hacía crujir la madera al balancearse. Se oyeron también los llantos de un niño y la desesperación de una madre que había perdido a su hijo en una fiesta de disfraces a la que acudió disfrazado de cambio climático, y que al no poder resistir las injusticias que le estábamos haciendo al planeta, decidió con sus pequeños ocho años a cuestas, también desaparecer en forma de bosque incendiado por las llamas de la vergüenza. Y se oyeron muchas cosas más, pero nada de lo que te dijera, podrías creerlo.

(Modisto)

CULPABLES

Al final siempre es lo mismo, y siempre dan con nosotros, aunque nosotros no seamos los culpables, pero por el simple hecho de parecerlo, el enemigo lo ve escrito en nuestras caras, y nosotros llegaremos a creer que es cierto, y lo leeremos al revés si nos miramos a un espejo.

(Modisto)

EXTRAÑAS DISTANCIAS

A ninguno de los dos se le ocurrió soñar con el otro en la magia imposible de volverse a ver ni tampoco se le ocurrió a ninguno cantar juntos ninguna canción como antes era en la fiesta de cumpleaños de algunos de los hijos de cualquiera de los dos ese terrible Cumpleaños feliz, probablemente la canción más cantada cada año en el mundo, pero eso fue muy de tarde en tarde, así que se conformaron con cantarse, cuando en las noches de luna llena, ella mirara el cielo estrellado y se acordara de él lanzándole un beso al firmamento, y él haría lo propio, a la vez que ambos soltaban una lágrima compartida en la distancia.

(Modisto)

jueves, 12 de septiembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

XXXIX



Me siento tan bien como

Feliz me siento unas

Veces sobre el suelo desnudo y

Frío y otras a

Veces contra ti

En el cielo

Donde renacemos

Haciendo

Aparecer estrellas

(Modisto)

sábado, 7 de septiembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

XXXVIII



Una nube perdida que deja una lluvia cronometrada y

Alguna torpe esperanza

Nada más

(Modisto)

LA FÁBULA DEL JUEGO DEL POLLO

                                   Larga vida al Rock and Roll, Francisco Benavides



Debía acercarse la hora de llamar al pollo, bueno al pollo no lo iba a llamar porque no me contestaría, probablemente no cogería el teléfono, no por mala educación sino porque lo más seguro es que el pollo no tuviera teléfono, y si no tenía teléfono, ¿cómo o para qué lo iba a llamar?, no, a quien tenía que llamar cuando se acercara la hora de los juegos, que parecía que se acercaba, era al pollero, que sí tenía teléfono, y no al pollo que no tenía, y encargarle uno y medio de sus pollos, o dos, porque eso de cortar un pollo me da un poco de grima, dos mejor, ya ven que tengo algo de vegetariano o vegano, y cuando el pollero me pregunte que para qué hora lo querría, yo le debía contestar que para cuando acaben los juegos más una media hora de camino, que lo apunte bien porque la última vez no había pollo a la hora convenida, pero claro, él me puede replicar que él no sabe cuándo acaban los juegos, pero el problema es que yo tampoco, y como son tan divertidos para mis compañeros de juego, la cosa puede alargarse bastante, a veces llega la noche y seguimos jugando, ellos entre carcajadas, yo aguantando las lágrimas con gran esfuerzo y pensando que ya el pollo me lo comeré para la cena.

(Modisto)