sábado, 29 de noviembre de 2014

LA INCOMODIDAD DE LLAMARSE DEPERENTE


 
Las aventuras de Deperente XXXIII

En el campo de entrenamiento de tiro, descubrió Deperente su facilidad para hacer blanco a distancia con un M16A1, el mítico fusil de asalto que haría las delicias de la Parca en Vietnam; y poco después, ya en el campo de batalla, Deperente también descubrió la incomodidad de su nombre: todos se acordaban de él: desde el servicio de alistamiento para reservistas, sus oficiales y hasta el vietcong llegó a saber de él, y lanzaba su nombre en las noches de selva.

Llegó un  momento en que la neurosis le llegó a creer que él era el protagonista estúpido de una guerra muy estúpida, mucho más estúpida que muchas de las muy estúpidas guerras que se habían sucedido en la estúpida Historia de la Humanidad. Y comenzó a sentir mareos y náuseas, no cuando mataba sino cuando no lo hacía. Porque a él lo habían mandado allí para matar, ya con veintiséis años, y cuando creía que esa guerra iba pasar por la puerta de su casa sin entrar ni en el portal.

Deperente se transformó en un  tipo frío y calculador cuando a los seis meses templó sus nervios y se arrodilló ante su destino, un destino bastante turbio y sin definir
 entonces, que luego se fue esclareciendo, sobretodo cuando en una tarde de luces vio en pleno centro de Saigón a Linh Lâm violada y muerta a palos por soldados americanos.


(Modisto)   

sábado, 22 de noviembre de 2014

MOMENTO ADECUADO



No ser el momento adecuado
No quiere decir
Que nunca sea el momento adecuado
Quiere decir que ahora
Y no más tarde
Pero que si es más tarde
Pues es que ese más tarde
Será un ahora
Y será el momento adecuado


(Modisto)

domingo, 16 de noviembre de 2014

DESCONCERTANTE CONCIERTO



Y te me desconcierto
Sin que me conciertes
Porque no me concierto en nada

Ni manos
Ni pies
Ni sístoles
Ni diástoles

Aconcertado me vuelco
Y desaconcertado me soy

¿No hay más concierto que el aeternum desconcertante de Bach?

Concierto una cita de palabras desaconcertadas
Y aconcertado me estoy
En el planeta de los desaciertos


(Modisto)

sábado, 8 de noviembre de 2014

ESENCIALMENTE



Esencialmente
Prima lo que prima
Priman las miradas profundas
Y las palabras suaves
Las gotas en los tejados soñolientos
Y el reguero que deja
La tinta de los adioses


(Modisto)

sábado, 1 de noviembre de 2014

TENGO GANAS DE ABURRIRME


 
 Las aventuras de Deperente XXXII


Cuando llegaban las diez de la noche de cada final de jornada, y los niños y el marido dormían, era cuando Martha Withsbourgh encendía un cigarro y lanzaba su humo al cielo pausado de Nueva York, y era cuando también lanzaba a las estrellas las sombras de su vida, resumidas en unas pocas palabras retenidas en un grito de dolor que eran un susurro en sus labios. Tengo ganas de aburrirme. Y a continuación, aún más bajo, se decía, y no sé cómo.

La respuesta le vino una tarde tórrida de singular belleza cuando lo vio venir otra vez completamente borracho y dispuesto a meterse en sus narices, y delante de los niños, una rayita.

Que me canso de todo lo que me pasa. Que me canso de ti. Que me canso hasta de los niños. Que estoy cansada de mi vida. Que tengo ganas de aburrirme. Y que no sé cómo conseguirlo si no es matándote de forma fulminante con este cuchillo porque no tengo otra cosa.

El hijo pequeño perdió el habla y no la recuperó jamás; el mayor, vive desde siempre en un mundo que no es este.

A Deperente lo avisaron dos horas más tarde, interrumpiéndole un vuelo de nenúfares hindúes que se colaban por la retina de un  niño que veía a su padre muerto en Gaza.

Se duchó con agua fría, y pensó que tenía ganas de aburrirse.


(Modisto)