domingo, 29 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXV

Pero claro

El día da para mucho más de lo que cualquiera de nosotros pueda contar o decir

Aun cuando nadie sea capaz de cruzar el valle

Ni mucho menos

Dos palabras con Henry Fonda desde la profundidad de la brillantez de sus ojos

Pero claro

Siempre el tiempo que se vive es un instante eterno de gris oscuridad

En el ridículo de representar una voz que no es en directo

¿No es terrible que nos pasen miles de años sin que seamos capaces de retorcer cualquiera de las palabras que nos decimos?

Pero claro

Es mejor arrojarse

Sin duda

Contra el frío bien cerca de otra piel

(Modisto)

miércoles, 25 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXIV

Para Santiago, minero, sin más y con todo

Si te dijeran que esta noche ha sido un trasfondo de minas enjauladas entre valles ocultos al carbón

Y más allá el recuerdo de los que fueron

Y ahora son placa

Y muchos más olvido

Con nombres sin edad

Que en lágrimas de ahora en otros

Como en una guerra de obreros donde solo pierden y mueren los de un bando

Incluidos los que sobrevivieron



(Modisto)

lunes, 23 de diciembre de 2019






SIEMPRE HAY UN TONTO QUE ESCUCHA LA RADIO

XXIII

Dicen que siempre hubo una princesa que huía de una madrastra y un bufón que hacía piruetas en un aire contaminado

Escondido entre nubes falsamente abandonadas

Por una huella sin tacto

De las que me enseñaron a beber y a fumar

Sereno en mi desconfianza y

Con el cuerpo imprudente por los pasillos del sueño

¡A estas alturas de partido quién sería capaz de doblegar mis manos y que yo acabara arrodillado!

Francamente solo tal vez

Adentrándome en la niebla visitando dulces murciélagos que inventan alegrías

Sin más proyecto que los proyectos de los besos o de los adioses orgásmicos

Sin futuro más que de ausencias

En los amaneceres que no son más

Que náufragos que desconocen su sombra y

Ahuyentan a sus propios cuerpos

Los suyos y los de todos con

El dolor de columpiarse con la ingenua idea de balancear su alma ingenua

Y no en la noche boca contra boca sin madrugada

Que triste y eternamente vagabundeará por la tristeza

De seguir siendo el mismo

En el camino que se alegra de todo

Y de nada

Como el papel que se deja llevar cuando se convierte en navaja que puede cortar como una madrugada de muerte

Y desprender heridas muy lejos de escucharse y escuchar al otro

Siempre callado

Porque el tiempo ofende pero no deja sangre en su desaforado ataque

Que no conduce a ningún cementerio donde todos los cuerpos faltan

En una alegría de alguna sola vez

Donde París era la ciudad más triste mientras el mundo seguía arrastrando aquello que iba dejando el último vals que bailamos

Eternamente al filo de una gota de sangre en la hondonada de un trapecio que aterrizó secretamente en el vértigo de una vena punzada en un  baile al final sin música

Cualquier hombre tumbado en un bando cuando todos los demás hombres sueñan con la gran ciudad

Y la princesa se rodea de sus aposentos en su palacio de cristal como

La bestia que se ha alimentado de sí mismo

Sin rugidos ni roncos gritos

Solo como la última de las actuaciones que a todos deja indiferentes con un vaso de leche al borde la cama

Y en el extremo

Del desembarco en una tierra firme que estrangula mis oídos

Que son tus palabras en el trapecio de la hondonada

Donde suena a cada instante mi cuaderno como cayendo sobre el suelo que hayas pisado

Donde también en cualquiera de mis ojos entornados se abre un cuerpo que deja las piernas abiertas

Para dejarse caer en cualquier acera esas piernas yagadas y esas manos que piden ayuda

Que acabarán en cualquier vómito de cualquier desagraciado que tiene el mismo rostro del que podemos tener cualquiera de nosotros cuando al mirarnos

Estamos satisfechos de ir perfectamente esculpidos con elegante traje y ridículos para asistir a la misa de ordinario o a la especial función de la boda en la que se prometen fidelidad eterna poco antes de abandonarse a la naturaleza de la vida

En algo que no es más que el caos habitual desde donde todos venimos a acercarnos al misterio

Alguien anónimo cruza inocentemente una calle que cualquiera que estuviera allí puede ver sin dificultad pero no al viejo que cruza y corre y cae y se estrella contra el asfalto y el asfalto no es de goma ni es una mentira sino que es una gran dura verdad que lo recoge hasta hacerle sangrar por la nariz por la boca por la cabeza y lo hace morir aunque la ambulancia llegue y él estuviera rodeado de auténticos desconocidos

Siempre parece pronto pero siempre es allí puntualmente cuando llega aquel que y donde

Siempre hay un tonto que escucha la radio

(Modisto)

domingo, 22 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXIII

Es esa revuelta de suicidio que

Tantas y a veces

Donde más duele

Se va sumergiendo en las cárceles de

Uno mismo

Las peores de todas

De cuando uno nunca espera reconstruirse

(Modisto)

sábado, 21 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXII

Siempre

Nos quedarán los escondites encontrados

Puede

Que como son soñados

Lejos

En medio de una rotonda donde no se sabe

Si para seguir girando

O para buscar la siguiente salida a la derecha

O para tirar atrás y volver al punto de partida en el ceda el paso

Donde todo lo anterior o lo posterior surgirán

Como si el cielo o el infierno fueran la misma cosa

A los que continuamente se acude cuando entre los coches

Solo se encuentra un pequeño espacio que evita el golpe

(Modisto)

COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES

LO CURIOSO DE TODO ES



Lo curioso de todo es que como no pensaba en esto porque las alharacas y los homenajes y los fastos me parecen tan ridículos y tan fuera de lugar y tan raros como si me vierais ataviado con traje cruzado de botones dorados y corbata con nudo Windsor elaborado por mis inútiles dedos y con un papelito con dibujo de gaviota introduciéndolo en una caja en forma de urna, el caso, como digo, es que como no pensaba en esto no se me ocurría nada, y mira que veinticinco años dan para mucho, por lo menos para jartarse de muchas cosas, que también, porque también lo estoy, como muchos de vosotros, ¿para qué vamos a negarlo? Pero de la jartura hablaré cuando cumpla otros veinticinco años en el colegio, que al paso que vamos los cumpliremos antes de conseguir jubilarnos, que a algunos nos llegará esa jubilación navegando sobre la barca de Caronte surcando ese río que te conduce a ese lugar adonde nadie quiere llegar y donde nosotros estaremos elegantemente vestidos de pino o de caoba, pero dando clases o reunidos…, quizás repasando algunas programaciones (¡Cómo serán las programaciones dentro de veinticinco años?)



Lo curioso de todo es que no me arrepiento de nada y mucho menos de haberos conocido y de haber conocido y aprendido de otros muchos que hoy no están aquí y de haber compartido sabidurías, risas y lágrimas, los más cercanos a mí saben que soy de lágrima fácil, sobre todo cuando he sido injusto o cuando alguien haya pensado que lo haya sido. Y no me arrepiento de nada porque todo lo he hecho con buena voluntad y sin ninguna intención de dañar a nadie. ¡Pero es que mi torpeza… También la conocéis! Eso de hacer daño nunca ha estado y nunca estará en mi modo de proceder. Tengo mal carácter cuando tengo mal carácter y soy una persona amable cuando soy amable, o sea, no soy una máquina. Soy un ser humano como todos vosotros, y estos veinticinco años, junto a desatinos, desafueros y desencuentros, me han hecho mejor persona, sin ninguna de la más mínima duda. No hay nada como comenzar a ser un viejo para dejar de ser un joven, ¡qué profundidad de pensamiento!, y eso, claro, imprime carácter.



Lo curioso de todo es, y con esto acabo, que no, que no somos una familia, afortunadamente, qué decir de los Sánchez Vicario o de la familia real, y eso lo sé desde el primer día en este mi/nuestro colegio en el que antes pasé otros muchos días como alumno al que le entra en vena la sabiduría mondejariana de los maestros que nos formaron en la justicia, en la libertad, en el respeto, y que también fueron alumnos antes y maestros después, ¡joder!, qué responsabilidad pensar que yo iba a ser uno de ellos, y que tanto para mí como para tantos otros, eran ante todo y sobretodo y por encima de todo buenas personas con una gran vocación, a partir de ahí, si eso se lleva muy adentro, ser maestro es fácil, muy fácil.



Muchas gracias.



(Modisto)

jueves, 12 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXI

El tiempo y yo nos llevamos



Y lo hacemos

Como lo hacen aquellos inviernos de cuando éramos niños y llovía tanto

Pero sin nunca llegar a mojarnos

Protegidos por la misma cortina de agua y nuestras botas de caucho mientras hacíamos música de ruido contra los charcos

Así éramos los unos y los otros



El tiempo y yo

(Modisto)


miércoles, 11 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LX

Tal como se fuga la mañana

Así

Tal vez acudirá la oscuridad de la noche

Sin que ninguna de sus interrogantes

Sea capaz

De despejar ninguna de las incógnitas

(Modisto)

domingo, 8 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LIX

Nos quedamos más allá de lo que cada uno y yo mismo hubiera deseado

Hasta tanto más allá que ya

Tocábamos con nuestras espaldas la frontera

De un siniestro vacío como el silencio queda

En abandonados cuerpos cuando se acerca la noche

(Modisto)


sábado, 7 de diciembre de 2019


COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES

El mayor de los desprecios al fascismo es vivir un momento la vida de un tipo que con los pantalones bajados a la altura de los tobillos, caga con una placentera cara de felicidad orgásmica.

(Modisto)

domingo, 1 de diciembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LVIII

Cuando uno se transporta

Y se transparenta

Y se disfraza de guardián del cielo

Mientras que allá abajo la gente estornuda y se corrompe

Y en descuidos hace el bien y se comporta como seres humanos que al volver cualquier esquina

Gira atrás su cuello y ve allá arriba

A alguien que se transporta sin fuerzas para

Desde en tanto y sin lograr

El número que en la lotería le hiciera ser un transparente

(Modisto)