domingo, 30 de marzo de 2014

NO ME DEMUESTRES




Las aventuras de Deperente XIII


“No me demuestres más tu amor, porque haciéndolo, me encierras en una coctelera con una bomba dentro”. Esas fueron las palabras de Joanna, minutos antes de asesinar a Helmut en su apartamento de Madison avenue porque una vez dichas, Helmut intentó demostrarle de nuevo su amor, como un puercoespín que se apoderarara de su cuello, de su espalda… Joanna le gritó, y casi asfixiada, le robó la vida estrellándole un candelabro en la cabeza. Deperente escuchaba la declaración de la mujer, y muchas historias más de porqué había llegado a esa situación límite. El teniente de Policía, aprovechando que en un momento estaban los dos solos, le abrió la puerta y ella se marchó, dejando un rastro de tristeza en cada una de sus pisadas y en cada uno de los golpes que había recibido.

Deperente encendió un cigarro y comenzó a construir una serie de mentiras que nadie iba a creer.


(Modisto)

sábado, 22 de marzo de 2014

SIN ACUDIR Y PRESUNTO



Las aventuras de Deperente XIII

Deperente sintió un frío intenso en la mano izquierda, que le vino de imprevisto, acorraló en una ida y venida de su pensamiento algunos secretos que creía olvidados, y se dejó vencer por la noche marchita e insolidaria.

No acudió a la cita, y eso lo perturbaría años y años. Tampoco acudió a su puesto de trabajo, y en sus pesadillas, el pederasta subía por paredes verticales sin esfuerzo, riendo a carcajadas y saboreando el triunfo de quienes se aseguran que atemorizan a los demás.

Vagó aquella mañana por calles y fronteras de nadie, recopiló la información que el generoso día le iba dando. Y cuando la noche era la emperatriz de lo oculto y de lo deseado, se acordó, gracias a alguna neurona distraída, que esa misma mañana de despistes, tenía que haber declarado contra el patético individuo de tirantes homicidas y mirada oblicua, que antes de ser un presunto había sido un violador de menores.

El presunto dejó de serlo y salió absuelto por falta de pruebas.

(Modisto)

sábado, 15 de marzo de 2014

DESCANSO DE BILIS



Las aventuras de Deperente XII

Las tardes de sus días libres, que no eran fijos ni continuados, los dedicaba Deperente a escuchar viejos discos de jazz, a beber en soledad hasta emborracharse y a fumar hasta sentir una opresión en el pecho. Hace años que llegó a la conclusión de que para él era más sano trabajar que descansar. Porque además, en esos días de descanso, siempre acababa llorando. A la cuarta o quinta copa que era más o menos cuando menguaba hasta la mitad el paquete de cigarrillos, aparecía, con la fuerza de la realidad, alguna mujer violada o Secominuca abrazándolo tiernamente con su delicadeza oriental, asaltando y rompiendo todas las barreras del aburrido mundo occidental. Era el momento de desintegrarse en la nada y acostarse. Pero él, por norma, se echaba otra y otra copa y se fumaba otro y otro cigarro, escudado en el qué pasará después, que no sea otra cosa que visitar tambaleándose el váter, que siempre lo esperaba con las fauces abiertas dispuesto a tragarse toda su bilis.

 (Modisto)


domingo, 9 de marzo de 2014

HUMEDAD EN EL AMBIENTE



Hay humedad en el ambiente
Se percibe sobretodo en la yema de los dedos
Y se hace grande en la nariz
Que como un ciervo herido
Asalta el entorno de los alrededores

Hay humedad en el ambiente
Y los niños corretean como locos
En su mar de futuro
Antes de que todo se convierta en
Hoy es domingo por tanto mañana lunes

Mientras

La calma de los adultos
Puede causarles grave daño
Bombardear su inocencia y destrozarla
Por eso se inventó el juego del escondite

Y por eso

Pero
Ya se sabe
Hay humedad en el ambiente


(Modisto)

domingo, 2 de marzo de 2014

LA BRISA



Es difícil escuchar la brisa
Pero cuando lo haces
Adviertes enseguida
Que transmite
Indicaciones para detener una marea
Solo hay que estar un poco alerta
Y dejarse llevar por su fragancia
Por sus maneras delicadas
Y por su sabiduría milenaria

La brisa puede ser una novia de primavera
Que regresa siempre cuando más se la necesita
Y te hace creer en los quince años
En los momentos de la dulzura
En los rincones perdidos de la memoria

Es lo que tiene ser brisa


(Modisto)