En medio de un jardín en el que solo se escucha
El contrabajo de Ron Carter
Y el silencio de una sentada
A la caída de la luz de un anónimo día
En esos momentos en los que no hay ni horas ni
responsabilidades
Es el momento en que
Por eso me quedo aquí
Donde me atrapó la luna de los sueños
Y me liberó el café vertido en una taza de
porcelana
Y por eso el viento sigue correteando
Por encima de mis rodillas
Hasta ser melodía
Que repetida
Bajo la nube de la tinta
Acaba siendo mermelada en el camino aún no
recorrido
Y el viento sigue soplando
Sigue soplando como las palabras de Macbeth
El día de su asesinato
Nocturnas
Sobreesdrújulas
Casi sin pies
Pero firmes sobre una roca granítica
Así que sin más
Me lleno de aire
Hasta explotar los pulmones que me quedan
Ese residuo tan antiguo como yo
Y sigo siéndome destructivo
Porque me abrigo de bolígrafo y papel
Y de escuchar músicas y de ver colores
Soy lo que no soy
Un arlequín patético
Y unos puntos suspensivos
Que no logran alcanzar ni la primera rama del árbol
Un esperpento en definitiva crédulo y cobarde
Un grito de espuma que no toca
Ni la más mínima costura de tu falda
(Modisto)
