LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO
XLIII
Las estampidas de la urgencia son tan de noche
Que ocurren cuando el sol descansa tras un largo bostezo
Dormidas las ilusiones y las esperanzas
(Modisto)
XLII
Es eso
Las cosas aparecen en lugares imprevistos que aconsejan
La virtud de desvincularlos de allí
Cuando sabemos que es imposible hacerlo
XLI
Quizás nada debiera ser como ha sido
Y sin embargo pocas cosas cambiaría
Tal vez seguro
Que tendría que haberme equivocado más
XL
Como la sangre en una sonrisa
Todo en un paseo
Al aire
XXXIX
Las preocupaciones son inoportunas
Como lo son las tardes oscuras de invierno
O la intranquilidad de no saber interpretar el sentido de las cartas
XXXVIII
La basura cósmica está penetrando por rincones ocultos
Lugares tan conocidos que van pegados a tu cuerpo
Que junto a otros cuerpos solo buscan el placer único del calor de la piel
XXXVII
Como algo lejano de aquello que no se ve
Pero que se teme tanto porque no está su color definido
Esa imagen irreconocible de ti
LA SOLEDAD DE LO COTIDIANO XXXVI
No tuve más oportunidad
Que tenerte cerca
Así
Uno contra el otro