LA SOLEDAD DE LO
COTIDIANO
LXXX
Como se enciende la luz de los
ojos en el cabo de una vela
Y el suicida es capaz de lograr una
sonrisa antes de su último salto
Y como cuando vuelven a sonar las
tripas en su espera interminable
Hoy llueve bien fuerte aunque el
lagarto se pasee por tu solitaria calle
(Modisto)