sábado, 26 de diciembre de 2015

CEGADO

Me quedan tantas cosas por ver
Que tal vez
Y seguro
Que aún no he visto nada
Y me extraña que nadie lo sepa
Cuando yo aún tampoco
Lo llego a saber
Sin llegar jamás a saberlo
No he visto nada de lo que tendría que ver
O que haber visto
Y de no ver
O de no haber visto
Me ciega el no saberlo
Y de no saberlo me ciega el no ver


(Modisto)

sábado, 19 de diciembre de 2015

EL HOMBRE SUBTERRÁNEO

Estoy reconstruyendo mi vida
Y me la estoy amargando en el momento de ahora
Porque tengo ganas de llorar
En el peor de los instantes
Porque es un minuto sin motivo
El minuto de los fantasmas peor vestidos
El de
Tengo la lágrima escondida
Y el corazón nublado
No vaya a ser que la vejez me arrincone
Al filo de un precipicio
Donde ya todas las cosas sean más que previsibles



(Modisto)

sábado, 12 de diciembre de 2015

ESTACIONES

De esta forma, cuando cada uno está a solas y se hace el amor a mano partida, no hay diferencias. Todos somos iguales. Tanto en invierno como en verano.



(Modisto)

martes, 8 de diciembre de 2015

HOJAS SECAS FLORECIDAS

Absolutamente
En los adverbios me muevo
Me lleno y me impregno

Ya no sé ni cómo me somos
Si como una agitada gota
O como un ya me sé
Que nunca se supo

Adelante y atrás
Me voy
Me voy en el silencio ya sin cuerpo
Me voy sin dejar la historia
Solo con tiempo transcurrido
Solo con un aire limpio entre los huesos



(Modisto)

sábado, 5 de diciembre de 2015

POEMA URBANO

Resbalarme por el agua de lluvia
Hasta no ser más que caída
Desmemoria de noches sin luna
Y de ciudades sin luz
Brillantes en su opacidad más dulcemente amarga
Ocultas en el sinfín de las heridas
Y más vivas en el sintemor
Que en el oleaje de las despedidas


(Modisto)


sábado, 28 de noviembre de 2015

VIVIR DE HUMO

De pronto me he acordado de mi padre, fuertemente de mi padre, viviendo un Bilbao de Lezama y San Mamés, de cielo rojiblanco y de llamas prendidas en el escudo, de Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza, y de antes, de Iraragorri, La Fuente, Bata, Chirri y Gorostiza, y de la gloria de Dani, Sarabia y Argote, de foto con Llorente y de foto con Goikoetxea, cuando la Ertzainza mostraba sus uñas recortadas, y unos chavales jugaban en el suelo a ser revolucionarios.



(Modisto)

sábado, 21 de noviembre de 2015

CASTILLO DE ARENA

Quedaba tanto por pensar y tanto más por vivir en aquel verano, que decidió no pensarlo ni tampoco vivirlo. Decidió destrozarlo.



(Modisto)

sábado, 14 de noviembre de 2015

EL TIEMPO ES UN ARMA VENGATIVA

Casi me inundo sin esfuerzo
Entre un estornudo
Y el aire que sopla un ventilador
Las cosas que tienen cuando se tienen arrugas
Que te ríes y te arrojas
Para volver a vivir la infancia de los trenes más veloces
Y de las lentas barcas que se adentran sin prisas por los canales
Que no se nos vayan esa mañana plácida de gotas de rocío
Porque de otra vida se reciben llamadas y llamaradas que serán la vida
Que se despeñó en aquellos sueños
Que quedaron marcados en el tiempo
Y sombreados por la memoria



(Modisto)

sábado, 7 de noviembre de 2015

A VECES EN ESO ES TODO

He escuchado de locas enfermedades
Y de ruidos internos
Apagadamente ausentes
Sinceramente de sin conocerse

Si alguien apaga la luz
Es que estamos a oscuras
En una oscuras de luz
En una palabra que encierra todo

Ya no hay edad para alcanzar lo imposible
Pero sí al menos
Lo improbable
Aquello en un demostrativo
De me acerco entre susurros

La vida se vertigina
Pero no se me vertigina

Aún no sé la edad que tengo
Y la noche está estrellada
Como en un lago profundo
Del que es imposible por más que es posible
El roce de las algas

Me caigo y me deambulo
Me sobrevivo desapareciéndome de fantasmas
Para volverme a aparecer
Y a aparecerme
En el café de la mañana
En el sorbo de la tinta
  
Que es una ida sin vuelta
Que es una isla orillada de perfumes con olor a quemarropa
Así sin más
Me confirmo y me reafirmo



(Modisto)

sábado, 31 de octubre de 2015

MEMORIAS

No me pesa la edad
Pero sí me pesa el tiempo
Que me alcanza
Y me sobrepasa
Como un volcán siempre en estallido
En el océano
Solo
Siempre me pilla el paso del día
Solo
Y acorralado
Sin



(Modisto)

sábado, 24 de octubre de 2015

DE PASTORALISTAS ATEOS Y DE ATEOS CON SOTANA


Para Javier Cuevas, hermano, monaguillo de parroquia sin misas.


¿Cómo entender y explicar que en este mundo
Loco mundo de ruidos celestiales y músicas infernales
Un hombre, un solo hombre aúna pasiones carnales
Y áureas misas de gregoriano profundo?

¿Cómo saberte no perdido por los pasillos del Vaticano
Si ningún calendario de santos te ha venido nunca a mano,
Si siempre te preocupó más el deambulante niño ordinario
Que el color de la sotana o el olor del incensario?

En fin, liado siempre me tuviste
Mas por eso justamente, y porque siempre te quise
Hermano eres de mi santa y venerada cofradía

Aquella en que se bebe y se ríe, se fuma y se…
Que no nos falten nunca estos ingredientes
Porque si no, no tendremos nada que echar a la olla.



(Modisto) 

sábado, 17 de octubre de 2015

SIN TIEMPO NI ESPACIO

Todo bajo un control de buenas maneras y de buenas intenciones
Puede ser que algún día el mundo comprenda
Lo que no comprendemos
Ni nosotros

En la calle debería haber gritos y luchas
Pero no los hay
No hay más que etiquetas sin marcas

Soy mi ansiedad colgada de un árbol
En un escaparate secreto de tienda de moda
¡Bah, no tienen importancia ni los ruidos ni los insomnios!
Al final siempre soy un buen hijo
Que destruye todo a su paso
Un corazón sin sol
La mañana de hielo en un vaso de cristal roto
Necesito estornudar
Para que en la risa
De nuestro tiempo que está continuamente aparcado
Brote la flor de los barrotes de esta condena



(Modisto)

sábado, 10 de octubre de 2015

UN COLOR OCRE PERDIDO EN LA FACHADA

Como un silencio que se aparte de todas la voces
Así
Al final de los estallidos llegan uno y otro disparos
Una y otra sangre donada al cuerpo deseado
A la coyuntura estratégica de un caracol cruzando la meta

Es demasiado pronto para levantar una tienda de campaña
Y demasiado tarde

Es un gato quien me mira entre las hojas secas del otoño
A veces me acompaña un estadio lleno de roces en la mandíbula
Y otras
Ya vuelve lo de siempre en su continua rutina de hacernos envejecer
En su entrecortada lucha por la supervivencia
Y ya estoy
Lejos
Bien cerca del hoy y nunca en el impensable mañana
Como ir desnudo de reloj y de calendario
Qué felicidad



(Modisto)

sábado, 3 de octubre de 2015

DÍAS QUE VENDRÁN

Vi las hojas en blanco y temblé de miedo
A batallas de matar palabras que no se sueltan
Pero que duermen en un papel de calco
Y remarco las heridas de boxeador sonado
No se levanta la luna porque sí o porque no
Sino porque estás
Más soñada o durmiente que
Andante por las calles de Nueva York
Más que de goces de fantasmas en la ópera
Estático que no dinámico
Siempre en la penumbra de los sueños
Siempre en lo opuesto de lo nunca y de besos secos
El cielo se vuelve autopista unos días en que
De no saberse en nada
Me vuelvo amontonado



(Modisto)

sábado, 26 de septiembre de 2015

SALTOS DE BLUES

Algún día será
Otro día
Y una piel de muralla
Se convertirá en látigo de vida

Escucha el silencio
Cualquier ruido aún no cubierto por
Las nubes de una lágrima
Y
Contraído en la sombra de una luna
Deforme
Los días pasan
Sigilosamente
Como en la cubierta de un barco de
Que no te sabes
Pero lo sé muy bien
Sé que en la capital de Escocia
La lluvia mueve la
Vida
Y sin embargo
El verde del paisaje
O
La mugre de
Los silencios
Se acartona como
Flores marchitas

Cada minuto de miradas salpica una eternidad aún no vivida

Yo me hice escritor con papeles de huida
Y con un que
Adormilado
En
Cualquier tarde
De no
Se sabe



(Modisto)

sábado, 19 de septiembre de 2015

MANERAS DE SABERSE

Cualquiera está capacitado para saberse
Para contemplarse en un espejo de golpes recibidos
No hay razón para que los tejados
Impidan que la lluvia nos cale los huesos
Y cuando llueve
Llueve
Y ya se sabe

¡Qué estúpida manera de saberse desazonado!
Para saberse
Ya están los astros que nos engañan
En una felicidad de marionetas
De alocada lluvia de
Llueve
Y llueve
Y ya se sabe

Tampoco hay razón para que las tejas se alineen
Para luchar contra esas gotas de lluvia de que
Llueve
Y llueve
Y llueve
Y ya se sabe

No hay mayor motivo para llorar
Que la propia risa
Ni mayor causa contra el llanto
Que reír
Ustedes elijan
La suerte está echada
Y ahí fuera
Donde todo está decidido
Pero todo está por decidir
Llueve
Y llueve
Y llueve
Y llueve
Y ya se sabe

(Modisto)

sábado, 12 de septiembre de 2015

EL QUE NO TIENE NADA


Un hombre que no tiene nada
No puede ser un violento
La violencia necesita de odio
Y también de injusticia
Y el que no tiene nada
Solo tiene que perder en su estatismo
No tiene ni injusticia
Eso se lo deja a los bancos
A los ejércitos
A las iglesias

El que no tiene nada
Se mira cómo ha sido siempre
De dónde ha venido no dónde está
Mira fijamente los ojos de sus hijos
Y se lanza a la calle



(Modisto)

sábado, 5 de septiembre de 2015

ASOMARSE A LOS MUROS

Mucho más allá de la vida burguesa
Y mucho más de saberse en la vida estable
A cortos tragos
Un barril de desmemoria
Atrapado en besos de luna errante

En el obligado circo de los días
Los jóvenes se pasean bajo un sol sin lumbre
En una oscuridad de cuchillos malheridos

No hace falta ser brújula
Ni tenerla
Para saber merodear
Por los vericuetos de los escombros



(Modisto)

sábado, 29 de agosto de 2015

ODA A LA NADA DE ELLOS

Yo me nutro de algunos intelectuales

Y de Neruda
Y de Benedetti

Y de los albañiles
Y de los alfareros
(De esos pocos que aún existen)

Y huyo de los otros muchos
Que por pudor no nombro
Y se me cae el alma
(Si la tuviera)
Cuando los veo
Ya sea en la tele en el periódico
Aquí a mi lado
O en mis pesadillas

Nunca acudo a sus citas
Ni sé por qué me convocan
Porque la verdad es que
Ellos saben muy bien
Que para mí no son nada
  
Me levanto por las mañanas y trabajo
Como tantos otros
Llego a las noches y duermo
(Si puedo)
Tiendo mi mano a las oscuridades de las miserias
Pero nunca me junto con los miserables


(Modisto)


sábado, 22 de agosto de 2015

PALABRAS EN EL TRAPECIO

Palabras de gritos
Palabras de sueños
Palabras de que me duele la cabeza
Palabras en un milagro
Palabras de pesadilla

¿Alguien puede conducirme al lugar de los sueños?
Hay montañas rotas desde su base
Y suspiros tan lejanos como la lluvia

¿Dónde acabará el miedo si no es
En un grifo que gotea?

¿Dónde acabarán las palabras
Si no es en la frontera
De una caricia
De una mirada
De una mano que se me entrelaza?



(Modisto)

sábado, 15 de agosto de 2015

HAY QUIENES

Hay quienes saborean la vida
Y otros que se la fuman
O se la beben
O se la beben y se la fuman

Los más
No levantan un palmo del suelo
Cuando ya están derrotados
Con heridas abiertas de sueños
Hechos vapor de agua

Hay quienes se suben desde un principio
A la torre más alta
Y desde allí
Les cantan a la madrugada y al amanecer

Y hay quienes se disfrazan de margarita
Para recomponer
El humo que va dejando el desaliento




(Modisto)

sábado, 8 de agosto de 2015

SE MUEVE INUNDADO

Como se mueven las hojas de los árboles

Me muevo

Entre el silencio
La derrota
Y el nunca sabremos por qué estamos aquí

Ya alguien puede doblarnos las caricias
Alguien con figura de cristal
Algún fantasma detrás de todas las siluetas

Como se mueven las hojas
Así me muevo yo
Y me agito en el escenario de la penumbra
En una recortada y acotada
En una
Que me voy
Pero porque ya me estoy ido

Y el café se queda frío
Y entre tanta gente que murmura
La noche duerme recostada en mi pecho

Por no saber
No se sabe
Ni lo que habíamos aprendido

(Modisto)

sábado, 1 de agosto de 2015

EL DOLOR DE LA NADA ES UN LLANTO PROLONGADO

¿Cómo decirle a la vida
Que no quedan más paradas para el odio
Que todas las preguntas han quedado sin respuestas
Y que en dos sacudidas
La Tierra puede cambiar
Hasta permanecer inquieta en el olvido?

Puede que no sea nada

Las sombras se van adueñando de otras sombras
Y la luz sigue oculta en lo oscuro
Pero con todo
El dolor de todo
En realidad es el dolor de la nada
Por eso se llora
Y por eso se van acumulando las huellas de los años
Como olas en una noria
Ahora se tuerce la lluvia en una sonrisa
Que si se atrapa
Volverán millones de mariposas
Delante de mis ojos sorprendidos



(Modisto)

sábado, 25 de julio de 2015

CARENCIAS DESENCAJADAS

Simplemente
Se llena de espacio
Aquello que carece de amor
El ronquido de los lamentos
O el no saberse

Pero cuando todo
Ilumina

La luz se vuelve más fuerte
Aún lejos
En la memoria
En el dónde acabarán los pasos de quien me anda
Aún
Ya muy aquí




(Modisto)

sábado, 18 de julio de 2015

DE NO SE SABE POR QUÉ HA OCURRIDO


Las aventuras de Deperente LVI


El primer encuentro de dos almas solitarias que lo seguirán siendo después de conocerse, besarse, amarse, convivirse y despedirse, debe ser algo así como fue, una tarde arrastrada de verdes esperanzas en un pasto urbano de incomunicación en blanco y negro.

Secominuca había pasado una infancia fácilmente mejorable, y el reloj de su futuro carecía de manillas que se filtraran por la selva de los números. El autobús, como siempre llegaba con retraso, y por la cuesta, como cada jueves, iba subiendo aquel tipo maduro que tanto le atraía. Ella no sabía por qué, pero Deperente andaba por ese camino de no llevarle a ninguna parte como tampoco llevaba el autobús de las tardes a Secominuca a parte alguna que no fuera previsible, con el cerebro invadido de peones, caballos, torres…, con la arquitectura siniestra de todo un ejército queriendo matar y matar hasta llegar a un Rey que, en un descuido, muriera desprevenido, con la corte despistada o aniquilada.

Alguien de pronto, en la cola del autobús, gritó, y a continuación se oyó un tronar de disparos que adornaron el cielo de la violenta ciudad, de ramas de un árbol con hojas de espinas. Fue el instante en que Deperente cruzó la calle sin prisas, como todo lo que él hacía, sobretodo, y en este caso porque ya vio al hombre gordo tirado en el suelo sangrando por la boca y por su gigante vientre, y a ella, la que había gritado, paralizada con la pistola aún apuntándolo por si se movía, pero estaba claro que no lo iba a hacer.

Que alguien llame a la policía, fueron las palabras de Deperente en aquel escenario de no se sabe por qué ha ocurrido. El autobús llegaba en ese momento pero no se detuvo, el conductor declaró al día siguiente que se había asustado tanto, que solo pudo acelerar. De hecho, allí solo estaban el Teniente con la pistola del homicidio, la mujer llorando, ahora reclinada sobre el cuerpo del que había dejado de respirar, y una joven con aire asiático que abría los ojos admirando el proceder de Deperente, su frialdad y la forma como transmitía serenidad en aquella situación de música dodecafónica.

Entonces se cruzaron sus miradas cuando empezaron a oírse las primeras sirenas, con ojos cansados de cuadro de Edward Hopper, de no saber qué han hecho hasta entonces, de saberse que se habían desperdiciado en un tiempo de túnel.

Deperente volvió a repetir ahora lo que entonces había pensado, que él ya tenía una edad de que si ya se va no vuelve, y en ella, que a su vez sintió que la manecillas de su reloj de futuro empezaron a moverse en la selva de los números.

Y lo mismo que en aquella tarde, y en todas las mañanas, tardes y noches que vivieron juntos, y hasta cuando sus caminos se separaron por culpa del viento húmedo que venía del río Hudson, ahora sentado con su cuerpo pesado de años en un sillón de una modesta casa del barrio de Harlem, seguían torturándole a Deperente las palabras de su única felicidad en la vida, cada vez se me hace más difícil sin ti, y más fácil quererte.


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lunes, 13 de julio de 2015

EL DESTINO NUNCA SE CANSA

                                
Las aventuras de Deperente LV


La tarde bajaba por las calles de Harlem entre toses y estertores de que aquí ya está todo acabado. Y a pesar de que el otoño se prolongaba demasiado, la gente iba aún de un lado a otro como de aquí hacia allá sin un sentido muy claro pero de forma cansina.

De esa misma manera bajaba Loris la bruja la tarde que se cruzó con el joven Deperente y lo paró con sus manos de guantes, para hablarle.

-Tú eres el hijo sin cuentos. Pero yo te voy a contar el definitivo.

Cuando la bruja era un punto lejano y confuso, la tarde ya era noche de luna llena. Y Deperente se alejaba por una calle sin retorno en busca de otra calle aún más solitaria que su alma, y con las palabras de la vieja Loris, pum, pum, pum, golpeando sus oídos. Más allá, ya la noche era un acorde de guitarra acompañada por el lamento de un saxo que caía aún allá.

El joven Deperente entró en su casa sabiendo que moriría tan solo como siempre viviría, quizás sentado, escuchando las notas de las madreselvas o de la voz de un negro que pedía justicia.

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sábado, 4 de julio de 2015

BLANCA ES LA LECHE EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE


                                                                                                               Las aventuras de Deperente LIV


La muchacha se llamaba Maureen O’ Sullivan pero no era actriz y jamás estuvo en África, ni subida a los árboles ni tumbada sobre la hierba. Desde pequeña fue admirada por su belleza y por sus maneras tan delicadas. Más de uno en su fuero interno pronosticaba inconscientemente que alguien, cualquier día de lluvia o de sol, cualquier minuto de locura la mataría porque era tan bella como los poemas de los poetas enamorados. Y eso seguro que alguien no lo podría resistir.

Maureen se hizo muchacha con ese negro presagio adornando sus cabellos como un golpeteo constante de baquetas sobre la batería. Pero ella siempre fue ignorante de aquella extraña mezcla de lágrimas caídas sobre su bello rostro, y el hecho más cierto de su corta existencia es que ella solo quería ser feliz. Y para ser plenamente feliz abrazó la fe de Cristo. Se hizo una más de sus esposas o novias. Deperente, repasando cronológicamente sus notas, se confundía y se veía como un pato en un estanque seco.

Maureen, desde el día que decidió seguir los pasos de las Hermanas de la compasión divina, y hasta el día de su trágica muerte vivió almidonada en músicas celestiales y en acordados sabores de naranjas exprimidas. Por eso, cuando esa noche aciaga vio a su tío en su habitación, rezó el avemaría una y otra vez hasta ser despellejada y violada. Solo le quedaba rezar y comprobarse penetrada por un demonio que bebía leche y al que le gustaba andar por la casa a oscuras. De esas cosas presumía.



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sábado, 27 de junio de 2015

NOCHE DE GRIETAS AÚN SIN FONDO


Las aventuras de Deperente LIII


Cassius Clay boxeaba aquella noche de luces de esmeralda fuera de la presión del tiempo y lejos de la cárcel del espacio. Se reuniría de nuevo con la gloria en el santuario del Madison Square Garden, el lugar donde más nítidamente se perfilaba la brillante armonía de los dioses.

Con un Zippo de llama alta, Miroslav Pantic encendió su puro habano y le sonrió al todo el público que desde arriba concentraba la vista en el punto del cuadrilátero. Ser asesor de una embajada tenía sus ventajas y él las sabía aprovechar al máximo. Desde su silla casi le salpicaría el sudor de los cuerpos excitados por la violencia de los púgiles, y podría oír el rugido de sus golpes. Un asiento en la fila dos no lo consigue cualquiera.

Mucho más arriba, en las gradas, Deperente encendió un cigarro y bebió un trago de su petaca. Hablar era imposible en la serpiente de aquel griterío. Por eso, y porque había ido solo, se dedicó a mirar aquellos rostros de acordes desacordados unidos por la sed de sangre de nuestros antepasado primates. Deperente iba al boxeo a disfrutar del baile de piernas, a saborear cada giro de cintura esquivando puñetazos armónicamente unido a un cuello que se recoge y se estira, retrocede y se acompasa en el uno dos de una combinación de golpes musicales. A Deperente le dio por calcular cuántos espectadores estarían allí por las mismas razones que él, y rápidamente llegó a la conclusión que serían muy pocos.

La figura de Alí es la de un coloso que sacude el viento con solo su mirada, y cuando saluda, no es Nueva York la que grita y se pone en pie, parece que fuera el mundo congelado en ese estruendo. Nadie sabrá nunca por qué Pantic giró su cabeza en ese instante de gloria y fijó sus diminutos ojos de profunda mina en un hombre con sombrero sentado en la grada que a su vez lo miraba. Y Deperente pensó que ese rostro crispado con armazón de hierro y pinchos, jamás sería capaz de amar a nadie.

Ambos se eran desconocidos, y no se conocerán hasta muchos años después. Óscar Bonavena aguantó casi todo el vendaval de golpes que le llegó de aquel gigante neoyorquino, mientras en Yugoslavia se vivía una paz metida entre los dientes.



(Modisto)