COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS XC

Las parejas van, vienen, se necesitan y dejan de abrazarse cuando el viento esparce nubes violetas en la infinita autopista de la soledad.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXIX

Por eso nadie la reconoció, porque el hombre era violento, y porque ella vivía enamorada desde que lo vio apuñalando a su marido.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXVIII

Despertó con cielo encapotado, en hora sin amanecer, donde ni encontrándose, ni sabiéndose de la pieza que pudiera mover en el siguiente movimiento.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXVII

Quienes sueñan contigo y no te lo dicen es porque solo de ti sueñan los frutos más prohibidos, esos que quedan irremediablemente heridos.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXVI

Quería saber cómo llego hasta allí sin tener nunca antes ningún destino, y la única respuesta recibida fue el silencio de sus derrotas.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXV

Esto era como salir a ver pasar trenes, recibir sus abrazos como nudos corredizos, que tanto aprietan tu cuello, como rodean tu felicidad.

(Modisto)

COMUNIDAD DE CIENTO UN DESAHUCIADOS EN VEINTITRÉS PALABRAS LXXXIV

Cuanto más dulcemente dormía el pueblo, más enormemente grandioso se hacía el gigante que luego lo devorará y mostrará como héroe sus restos.

(Modisto)