REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXX

Me ha fascinado desde siempre la

Inocencia de las personas

Aunque esa persona sea algún duque de Ferias

O el delincuente común al que solo se le permite andar

Por el patio de la cárcel

Una vez por la mañana

Y otra por la tarde

Y al final nunca se está seguro de quién ha muerto

Ni a cuántos ha matado

Ni de cuántas formas distintas lo hizo

(Modisto)

HAIKUS DESENFRENADOS

III

No era solo eso

Ni una triste amargura

Déjame amar sin labios

(Modisto)

HAIKUS DESENFRENADOS

II

Sangre amanece

Tiembla nuestro desorden

Es el destino

(Modisto)

COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES

Muchos pensarán que lo de la Revolución Francesa, la supresión de la monarquía en favor de una república, una democracia y un sistema de justicia social, lo consiguieron los parisinos acercándose aquel día de 1789 a la Bastilla, llamando suave y educadamente a la puerta, que los de dentro la abrieron y todos se abrazaron, y que los reyes y las fuerzas reaccionarias lo comprendieron todo desde el principio y dejaron que el pueblo se gobernara a sí mismo porque era lo más honesto y honrado. No. Sin duda no fue así. No se escandalicen.

(Modisto)

HAIKUS DESENFRENADOS

I

El viento claro

Sobre tus ojos breves

Fuego en el cielo

(Modisto)

REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXIX

Grabemos lo del siguiente minuto que vamos a vivir

Que es tan simple como

Que el río no posee cámaras para eternizar el momento

No para hacernos más heroicos

Ni por lo menos no para

Hacernos más desgraciados

Es todo así tan de simple

Y así más que de un complicado

Que

Grabémonos

Lo que nos va a pasar

Como si no supiéramos lo que nos ha sucedido

Y nos importara bien poco

Los que nos vendrá

Pero somos ingenuamente felices

(Modisto)

REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXVIII

Yo siempre había soñado con escribir

Todas las noches y cada día y otras tantas tardes

Que vinieran tras mañanas de insomnio

Aquellos versos más alegres

Que siempre llegan cuando

La tristeza es el bosque sangriento que nos regala el oxígeno

(Modisto)

REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXVII

Era simplemente como sentirse solo sin más

Que sus rodillas que ya apenas se mueven al ritmo de un sonido repetitivo

Y brazos y músculos agarrotados

Era simplemente como matarlos a todos sin saber quién era el asesino

Y ni siquiera quién la víctima

Por no atreverse a pronunciar su propio nombre

Cuando llamaron a algún valiente

(Modisto)

REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LXVI

Nadie podría decirlo con absoluta certeza pero también no era menos cierto que aquello no se podía decir o contar con más palabras que con el silencio

La mar se veía tan tranquila como convulso era el atardecer de aquellas mujeres y hombres que ahora

Como sin querer ninguna otra cosa más que deshabitarse de ellos y pasar a

Aquello que nunca quisieron ni mucho menos pensaron ser

(Modisto)