lunes, 20 de septiembre de 2010

MANSA

Mansa suele llegar
En el esplendor de mis días
La penumbra de los sueños
Cuando ya todo estaba superado
El amor
La amistad
La santidad


Llega un tren vacío
Apenas un diez por ciento lleno de su capacidad total
Y ese tren te abraza y te besa
Hace de ti un poeta
Del mismo pozo donde creías haber dejado la última lumbre


Y claro


Te dejas llevar
Porque tú querías ser poeta
Poeta de alguien
De millones o de uno


Yo era un niño muy ordenado
Y en la espuma del viento




Cabalgaba en caballos de madera que llegaban a ninguna parte
Nunca tuve un caballo de madera


Y un día descubrí
Que todas mis miserias las podía traspasar a este papel o a otro o a cualquiera
Y viví la magia de la palabra
Y en eso estamos
Siendo un espíritu que vaga por las miserias del calendario
No siendo otro que no es otro
Sino otro
Y más allá
Siempre
Una sonrisa


(Modisto)

1 comentario:

  1. Y con ella nos llegas al corazón. Aquí tienes dos admiradoras. Sigue así.

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