Infinitamente
Acorralado en la semioscuridad del atardecer
Empapado en las lágrimas de la incertidumbre
Cada mañana se recoge en sí misma
Hasta llegar a ser
No más que un muñeco seco y alicaído en lo más profundo
De las sombras que deja la vida
(Modisto)
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