Había faltado la seducción de una noria sin niños
Que distrajera la mirada seca y cortante del río
Había recibido un duro golpe del alma de las
gentes
Que no se cansaban de sonreírles a quienes tanto
daño les habían hecho
Parece al final que quieran imitarlos
Lo que les convierte en marionetas violadas con
cuerdas al cuello
¿Se puede seguir queriendo a quienes tanto te
decepcionan?
(Modisto)
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