Como un silencio que se
aparte de todas la voces
Así
Al final de los estallidos
llegan uno y otro disparos
Una y otra sangre donada
al cuerpo deseado
A la coyuntura estratégica
de un caracol cruzando la meta
Es demasiado pronto para
levantar una tienda de campaña
Y demasiado tarde
Es un gato quien me mira
entre las hojas secas del otoño
A veces me acompaña un
estadio lleno de roces en la mandíbula
Y otras
Ya vuelve lo de siempre en
su continua rutina de hacernos envejecer
En su entrecortada lucha
por la supervivencia
Y ya estoy
Lejos
Bien cerca del hoy y nunca
en el impensable mañana
Como ir desnudo de reloj y
de calendario
Qué felicidad
(Modisto)
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