sábado, 13 de febrero de 2016

EL LIBRO DE LAS ROSAS MARCHITAS

Por más que la grúa siga girando
El monte seguirá ahí
No sé si se me cae la vergüenza
O es la vergüenza la que me eleva
Está todo demasiado lejos
Y ya lo puedo tocar
Modigliani mirándose al espejo
Hoy no me duele la barriga
Lorca desde su sonrisa gigante
¿Alguien se acuerda de los conjuntos inmateriales?
Tal vez sea una certeza
Y las mariposas vengan a visitarme en mi última hora
No te despiertes en la madrugada
Sin antes saborearla
No hay eje en la vida
Ni sombra que pueda borrarte el culo
Tampoco es bueno dormir en la espesura
Ya todos saben que el espectáculo debe continuar
La respuesta está en el aire
Pero pocas veces es amable
Ya todos saben que de aquí a poco
Desde que se nace ya queda menos
Y menos queda aún cuando ya no queda nada
Que en tantas demasiadas ocasiones es cada día
Recuerda que el paso de un latido es un universo
Un libro de rosas marchitas
Y por más que Federico nos siga sonriendo
La capa de aire que queda entre los cuerpos
Es cada vez más nociva y cada vez más escombro
Pocas cosas como una caricia
O como una mirada
Un paseo entre las sombras que las luces van abandonando
O saber que uno no siempre está solo
Me acuerdo tantas veces de mi primer reloj
Que fue quien comenzó a ser mi carcelero
Y de las mentiras en la infancia y de su paraíso
Salta sobre la comba
Y nada en la tinta que van dejando palabras de miles de sueños
El camino es corto y el recorrido largo
Pero sonríe
No te olvides jamás de sonreír
Aunque siempre haya alguien que crea apagar todas las luces



(Modisto)

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