GUÍA SENTIMENTAL
DE LIBROS MUY PERSONALES
Y 10. Pablo
Neruda. Odas elementales.
Este
fue otro libro que me abrió miles de puertas y ventanas. Ahí está la libertad
total en la expresión, o eso a mí me lo ha parecido siempre. El lirismo y la grandeza de lo cotidiano, de las cosas y de las
personas simples, que son los que en realidad hacen mover esta rueda absurda
pero tan necesaria día a día: la alcachofa, el pan y el panadero, el hombre
sencillo y el hombre invisible que persigue el dolor colectivo por encima del
yo yo yo de la poesía más íntima sin abandonar en ningún momento la propia
intimidad para ser capaz de ver la del otro, el día y la noche, el tomate y la
flor… Neruda rompe la tradición grandilocuente de la oda dedicada a generales y
grandes batallas para acercarla a esas pequeñas grandezas que vemos y sentimos
a diario.
Con
esto se acaba la serie. Si tiene tiempo y ganas me gustaría nominar a María
Luisa Chamorro porque su sabiduría emocional puede enriquecernos mucho.
Asimismo, quiero anotar que faltan muchos autores y libros (muchos más de los
que hay, naturalmente). No están Lorca ni Henry Melville ni Bertolt Brecht ni
Pierre Lemaitre ni García Márquez… ¡Ni Shakespeare! Pero todos no cabían. ¡Y
como era una guía sentimental!, pues… Pero sí que habrá un hueco para un libro
que aún no tiene forma como tal pero que tiene mucha vida, y que en cuanto esa
vida se transforme en libro debería aparecer aquí y en otros muchos lugares de
prestigio. Se trata de una biografía de Charles Chaplin, Charlie, ilustrada por
Lola Sánchez y escrita por Alejandro Romero. Será un bombazo. Venga, ánimo y a
terminarla.
(Modisto)
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