Nunca me he puesto a mirar las estrellas
Porque su luz
Está llena de inundaciones
Y de desvariados caminos
Me huele a lluvia
Y a cuento recién escrito
Pero a donde mire
Aparece
El largo camino de un silencio
Cada vez más
Acuchillado
Y sin saber dónde está
Los pies me llaman
Las uñas me vigilan
Sube y sube
Hasta hacerse gigante
Frente a un espejo
De siluetas roncas
El cielo está nublado
Y nadie llora
Solo un ciempiés de lento caminar
Es capaz de saltar el muro
Y sobrepasar la frontera
Camino y camino
Entre millones de velos
Con una soga al cuello
Y con una mano libre
Capaz de sonreírle
Al más bello de los sueños
Al más malvado de los saludos
(Modisto)
sábado, 13 de octubre de 2012
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