lunes, 9 de septiembre de 2013

NO, PERO SI YO




Las aventuras de Deperente I

El agente Deperente del Departamento de Policía del Amor, halló el cadáver en una esquina olvidada muy lejos de la Quinta avenida, a las trece horas y cuarenta y cinco minutos, justo un minuto después de sentir un vértigo en las tripas a pesar de no haber probado bocado desde la tarde del día anterior. Pero al ver a la mujer de unos treinta y cinco años con la soga al cuello y la color de la piel perdida, ese vértigo se convirtió en náuseas incontroladas, y vomitó una bilis de color verde que le produjo un mareo de no saber ni de dónde ni de cuándo.

Más que por nada, era por comprobar que la joven tenía tatuado su nombre en el brazo izquierdo, por lo que le subió la manga de la blusa, tras el humo de su cigarro, y así certificó, después de fijarse un rato de segundos innecesarios que ella había sido su novia de la infancia, y que había caído en el tumulto de la prostitución y las drogas.

Deperente, después de secarse las últimas babas que le caían ya sobre el pecho, le dijo a su ayudante, No, si estoy bien, ella se llamaba Secominuca, era un acorde desafortunadamente afinado, y yo aún la amaba.

(JP Modisto)

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