domingo, 13 de abril de 2014

JUEGO DE MANOS



Las aventuras de Deperente XVI

Deperante y Deperente paseaban por Central Park hacia un mismo punto pero por separado, cada uno al encuentro del otro, y cada uno a cumplir su ritual de jueves por la tarde. Aún no se había marchitado la primavera y sus fagocitadas luces luchaban por sobrevivir un poco más desafiando al calendario. Las palabras eran siempre las mismas.

-Llegas tarde.
-Lo justo para que aún no hayas colocado las piezas.

Llevaban cinco años cumpliendo con una rutina impuesta por ellos mismos, justo desde que Deperante y los asistentes al juicio escucharan la sentencia del jurado. “Inocente”. Fue entonces, cuando el teniente se le acercó, y al oído le dijo: “No olvides que yo sé lo que tú sabes. Te espero en Central Park”. Era un jueves y eran las cinco de la tarde. Ahora era jueves y eran las cinco de la tarde. Los dos hombres jugaban en silencio hasta la despedida una hora después.

-La semana que viene te toca con blancas.

Y Deperente, cada vez que escuchaba esas palabras (blancas o negras) recordaba el gol de Maradona contra Inglaterra en el Mundial del 86, gol que nunca vio en directo, pues asistía a un juicio contra un hombre al que él llevó al banquillo, pero con pruebas frágiles, por el asesinato de su amante de la que se sentía cansado y agobiado, tal como le dijo en la celda de su prisión mientras jugaban al ajedrez, pero que jamás lo declaró oficialmente ni a la policía ni al jurado, sin saber muy bien por qué.

                                                                                                                                  (Modisto)

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