Las aventuras de Deperente XXV
Deperente perdió la
virginidad de pie porque no fue capaz de llegar hasta su cama. Ni él ni su
acompañante: una mujer mulata de edad madura que se acercaba por las casas de
los vecinos para revisar el contador del agua. Deperente tenía diecisiete años
y vivía esa época de no sé ni me lo planteo porque ya vendrá lo que sea y yo me
voy y me vengo.
En fin, ahora estaba
delante de sus notas en una tarde de lamentos, y leía, Tal vez le dije que sí
cuando le tenía que haber dicho que no, y esas palabras le remontaron a treinta
años atrás cuando el adolescente Deperente se volcaba sobre el cuerpo de una
mujer de encuentro inesperado.
(Modisto)
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