Almanaque de fogonazos I
Si me
encuentro es que no estoy solo
Siempre
puede surgir una marea desprevenida que lo transforme todo
Y
siempre
En un
envoltorio de luz aunque la luz sea ocre
Es
como tener la visión de una hija entrando desde el vacío por la ventana hasta
los brazos del padre
Y no
solo no despertar en una isla desierta sin palmera ni náufrago
Sino
amueblarse de tabaco sin zapato de charol
Se
puede hacer daño el cisne en su baile contra el destino
Sin
traumatismo la bola sigue rodando y la música es un calefactor aterido de frío
Y me
encuentro así sin estar solo
Y con
la marea de un silencio profundo
Como
un dios menor que cayera de bruces sobre los menores hombres que pueblan la
tierra
Ese
espacio de soledad y de más silencios
(Modisto)
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