sábado, 18 de junio de 2016

Y LA MAR ESTABA TRANQUILA


Almanaque de fogonazos VII


Una nube de malformaciones
Mucha muchas avenidas de noches maltrechas
Y algunas pocas calles de risueños buenos días

Desde la medición del tiempo se sabe
Que todo se puede tormentar al abrir una lata de despedidas
O beberse la vida ante un nuevo abrazo
Poco a poco va cayendo la gota del gas en la garganta
Y en el esternón
Y poco más abajo
El estómago es un volcán de aullidos
A veces
Sí cuando
Vamos recorriendo los silencios y solo los rellenamos de más palabras sin sonidos

No estoy dispuesto a sonsacarle al viento más que viento
Ni al recorrido del camino más que camino recorrido
Pero sí a la lluvia

Y la mar estaba tranquila


(Modisto)



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