Almanaque de fogonazos IX
Quizás sea demasiado lejos
hacia donde apuntan al horizonte mis astros
Quizás sea demasiado
pronto que agua de violines llegue hasta mis oídos
O quizás tal vez sea
demasiado tarde para que en los tejados se cambien las antenas por receptores
de amaneceres blancos
Y como siempre
El calendario marcha
consecuente con su huida imparable hacia delante
Y los colores y sus
tonalidades se fugan en un sentido de no querer apresarlas
No es la melodía o la
sinuosidad de una pincelada ni la melancolía
Quienes mueven al mundo
Son el ruido y la furia
Quizás ya demasiado cerca
Quizás ya nunca demasiado lejanos
(Modisto)
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