REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS
LXVI
Nadie
podría decirlo con absoluta certeza pero también no era menos cierto que
aquello no se podía decir o contar con más palabras que con el silencio
La
mar se veía tan tranquila como convulso era el atardecer de aquellas mujeres y
hombres que ahora
Como
sin querer ninguna otra cosa más que deshabitarse de ellos y pasar a
Aquello
que nunca quisieron ni mucho menos pensaron ser
(Modisto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario