LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXII
La extraña y a la vez la tan familiar manera de conducirse los cuerpos hacia otro cuerpo
Como si entre la mantequilla y la mermelada sólo el calor fuera capaz de compartirlo todo
En un aceite esponjoso y acogedor
A punto de derretirse en su nube de entrega
(Modisto)
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