LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XXIII
Dibujábamos las cosas como los niños rompen sus juguetes de tanto ir y venir
Sin ocultarse bajo ninguna rama ni sobre ninguna estrella
Eso sí
Balanceándose en la inocencia de un eterno segundo y en sus innumerables formas de sobrevivirse
Como si el manisero llegara a la plaza y pregonara que nada nos pertenece
Cantándolo
(Modisto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario