Y es allí
Donde
El viento de la tarde
Me miraba
Desde el acantilado del olvido
Y
Desde ese momento
Cruzados
Se sucedían encuentros y besos de caminos sin asfaltar
Un color
Una sombra
El reguero de sucesos solitarios
Todo se recogía en la pureza del agua
Brotando de los ojos de un animal desconcertado
Y fotografiado en la vorágine donde vivimos
Derrumbándonos
Sacando poco más que la nariz para poder respirar
Y es allí
El momento
Donde tiernas miradas
Arrancan pepitas de oro
A un cielo que lo niega todo
A una brisa que alcanza lo inalcanzable
Y es allí
Donde
(Modisto)
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