domingo, 20 de octubre de 2013

RETIRO OBLIGADO



Las aventuras de Deperente V


Cuando el ex-teniente Deperente cumplió setenta años, aún se acordaba de esa chica que le llegó tan tarde y le duró tan poco, y que nadie sabía que en realidad fue la única en mucho tiempo, quién lo iba a suponer habiendo sido Deperente una institución en resolver casos relacionados en mayor o menor medida con el amor. Se había labrado una fama bien firme en su trabajo, una reputación, que es lo que se les dice a los que se retiran, y eso ya se lo dijeron hace unos años, la noche de la cena homenaje. Desde aquel día se fue despidiendo de todos. A Secominuca la dejó para el final porque era la  persona más especial que había conocido y quería prolongar el arte de las despedidas con ella lo máximo posible. Cuando con la mano izquierda dibujó un adiós en el vacío del aire de su hogar, Deperente se dejó morir plácidamente sentado en un sillón de hielo y de humo. Cerró sus ojos y nunca más los abrió, en un sueño de colores cálidos, absorbido por la soledad que siempre lo acompañó.

(Modisto) 




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