Para
Costa Gavras, Director de películas incómodas para muchos, cómodas para mí.
Era
una noche de zumbidos acristalados
La
luna se vistió de gala militar y dio las oportunas órdenes
De
puertas cerradas y ventanas rotas
Música
de luto corría por las calles
Y
en las esquinas
Los
amantes se odiaban a gritos
Y
Los
panaderos ocultaban el pan de los niños
Y
Se
apagaban las risas y los juegos
Solo
la estridencia era capaz de pasear
Por
el estrecho margen que la propia estridencia dejaba
Y
la noche de ceniza pronto cae
Y
ahí, ¡plaf!
La
nada
(Modisto)
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