A VECES SOY YO EL FANTASMA QUE ME HABITA
Tal como suena la música
Así y como se despiertan algunos de los
Sueños que entre nosotros no
Fueron sino un relámpago encarcelado
En un camino de cajón
Donde sin más
Se descubren las fronteras
Las flores del jardín que nunca tuve
Y el fantasma atornillado a la silla que
Rueda sin detenerse de ese mismo lugar
De donde procedía el aire y su dejarse llevar
Aún y siempre turbio en una calle
Olvidada y repetida y desesperada de su soledad
Como si a la vuelta de cualquier esquina
El mundo y sus cosas estuvieran escondidos
Y el aroma de una despistada mañana
Me saludaran
Y fuera
No nada
Sino tú
(Modisto)
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