LA ESCURRIDIZA SOMBRA DE UN VERANO
XLVIII
Las calles estaban solitarias
Alzándose como buitres cada uno de los miedos que germinaban y que se hacían gigantes
En cada uno de los ciudadanos
En sus voluntades marchitas
Y en eso
Alguien alzó la mirada sin ver más que unos ojos con lágrimas
Cayó sin un lamento
Y volvió a caminar por calles solitarias
(Modisto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario