Me despierto en las inciertas horas del insomnio
La madrugada golpea con su puño cerrado
Cada gota apresurada de lo que aún no he vivido
Y me siento sobre mí mismo para contemplar lo que no soy
Dejo pasar las horas que cercan mi existencia
Me dejo aburrir por la oscuridad
Y por el caótico escenario de lo que ha dejado de ser escrito
Tal como seguimos siendo
Me dejo navegar por dedos lejanos
Por la selva de los días
Y me siento foto amarillenta perdida en el laberinto del tiempo
Casi como un perro que aúlla
A una luna sin brillantez ni misterio
Recojo el balance crujiente de las dudas
E intento alimentar los millones de mentiras que me cercan
Ser un animal que transpira fragilidad a cada paso
(Modisto)
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