ENCIERRO día 3
Sí, Steve McQueen es un gran ejemplo. Hay que ver la escena de Papillon, aparte de otras películas de cárceles, pero sobre todo esa, donde llega a perder la cabeza a pesar de su disciplina espartana en la celda contando los pasos uno, dos, tres… Seguro que sin llegar a los trece, hasta la pared contraria. Siguen siendo los mismos trece pasos de ayer sin que se puedan aumentar ni disminuir. Ya parece que los pasos son para quedarse, y esos fantasmas a mi espalda y que me atrapan las rodillas…
(Modisto)
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