sábado, 10 de mayo de 2014

MENTIRA EN VERDAD



Las aventuras de Deperente XVIII


Era una madrugada de agujas afiladas, de esas que duermes tres o quince minutos, te despiertas, vuelves a intentarlo, y a veces lo consigues, pero la mayoría no. Y no lo consigues porque la vida te inunda de sus maldades y se arroja contra ti como lo haría un Polifemo enfadado.

Son las cinco de la mañana y Deperente ha mirado el reloj seis veces. Es una mentira en verdad lo que vive durante la noche. Noche de oscuridades y de sobresaltos.

Era demasiado temprano y Deperente había logrado al fin un sueño profundo también ahora interrumpido. Era la mañana siguiente, y alguien llamaba a la puerta con tanta fuerza que la iba a echar abajo.

Secominuca venía dolorida y con un torrente en los ojos, por eso no pudo ver claramente el aspecto lamentable de Deferente cuando abrió la puerta. En calzoncillos, barba y ojos con bolsas de supermercado, no presentaba su mejor aspecto.


(Modisto)

No hay comentarios:

Publicar un comentario