REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS
XLII
Fue
cuando entonces todo quedó Al Este del Edén
Y solo
los restos en mi costado
Aún
pervivían como un amigo bajo la noche de una farola apagada
Que
acabara por seguir horadando
En
aquella búsqueda de violín desafinado
De
mi sangre
(Modisto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario