domingo, 13 de octubre de 2019


DORMIR

Sí creía firmemente que había razones de sobra para torturarse con la cíclica, voraz, monstruosa idea que se engendraba continuamente en sí misma haciéndose cada vez más gigante y repetitiva, siempre con la exactitud de las mismas palabras de no me puedo dormir durante la noche, pero en el día dormiría y me duermo en cualquier lugar, aunque ese sea el sitio que controla el enemigo para poder así resistir el que tú en la noche, en un despiste nocturno, conviertas ese territorio de ambos en un campo de espinas.

(Modisto)

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