sábado, 25 de abril de 2020


ENCIERRO día 42

Echo en falta alguna cuesta o escalón. ¡Quién me lo iba a decir a mí viviendo desde siempre en la cima de esta montaña que no hay dios que sea capaz de subirla sin quedarse sin aire! Pero esta placidez de llanura sobre baldosas en la que ahora me desplazo, me mata tanto o más que la cuesta de la que una montaña o los cinco pisos que me separan del suelo real. Tampoco me fuerzo a girar ninguna curva, sino todo lo más un ángulo recto hacia el otro pasillo.

(Modisto)

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