lunes, 6 de abril de 2020


ENCIERRRO día 23

Se escuchó un grito de socorro como si fuera lejos pero muy potente, que pudo salir perfectamente de una garganta enrojecida que pedía auxilio casi suplicándolo porque sus oídos, su sistema nervioso y todo su cuerpo no podían soportar una vez más que la canción lo golpease, lo arrastrase, que lo aplastase… ¡Qué a gusto me quedé aunque mi esfuerzo no lograra ningún resultado y mis golpes se estrellaran contra el vacío! Y aunque alguien vuelve ahora a emocionarse y sus familiares y vecinos con él al hacerla tronar de nuevo, seguiré resistiendo.

(Modisto)


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