sábado, 30 de noviembre de 2019


REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS

LVII

Como nunca se aprende ni del todo ni del nada a ser feliz y

Esa será siempre una asignatura viva en sus propias cenizas y

Al otro lado del sonido sangriento de tus propias palabras de la soledad

Lo único que te queda entre las manos a cualquiera de nosotros son

Tus propios dedos mirándote fijamente

Sin otra solución que la de cerrar el jardín

Quedarte dentro y

Dejarte enredar por las espinas de las rosas que

Te cerraban el paso hasta abrazarte

(Modisto)

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