QUE APENAS PUEDO
SOSTENER EL BOLÍGRAFO
Y
es que es tanto sueño que apenas tengo fuerzas para sostener el bolígrafo y
escribir lo que ahora escribo, y es que seguro que se cometió un error con el paquete,
ya fuera porque el operario se equivocó de puerta, o porque en la nota que
llevaba alguien se equivocó con la dirección… El caso es que el paquete fue
depositado en una casa equivocada, y de ahí que quien la recogiera en aquella
mañana de silencios y de somnolencias, solo escuchara el crujido seco de la
explosión al abrir la caja y su última visión de esta vida fuera la de muebles
y la de miembros de su propio cuerpo saltando y aterrizando tan lejos de él,
como esa idea ingenua de que mi cuerpo ya es un montón de chatarra que apenas
puede sostener el bolígrafo, pues ese error también acabará conmigo.
(Modisto)
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