domingo, 17 de noviembre de 2019


COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES

Un borracho se acerca a un muro a mear sin darse cuenta, de lo borracho que está, que es el muro de su casa, que ya ha llegado a ella, al hogar donde maltrata cada noche a su mujer, una vez que logra amarrar al perro, ese mismo perro que ahora no está amarrado y se lanza sobre su pene sin importarle qué parte del orín de aquel le llegará al estómago para luego vomitarlo, pero antes, mostrará con orgullo al vecindario el trocito de carne arrancado de aquel malvado que gritaba de dolor desangrándose tumbado en el suelo.

(Modisto)

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