domingo, 2 de junio de 2019


SIEMPRE HAY UN TONTO QUE ESCUCHA LA RADIO

XXI







(A los que se les cierra con las llaves dentro)





































Ese suspiro último que se deshojaba tras una red sobre la que tenía y se tendía que traspasar una pelota de tenis de pelo amarillocasiverde con el rojodelaarena

Cuando todo se quebraba en una sonrisa bastante

Perdida

De esas que para recuperarla haría falta un solo de John Coltrane

Y aun así al violín se le quebrará una lágrima de cuerda mal tensada

Tras una extraña taza de café aquella mañana de tránsito hacia ese

Porque eso tiene lo de querer ser ese

Y no oponerse a lo que el viento nos tiene predestinado

(Como si el viento fuese un ángel administrador de porvenires)

Pero no siendo nunca

Por el miedo

Por la presión en las sienes cuando se vuela

Y se deja atrás lo importante

Eso que a ojos o a boca de cualquiera

Es una estupidez

Como también fueron estúpidas las ideas de Leonardo o de Galileo

(Por el enorme poder del intelecto de los mediocres)

Así se cae

Se derrumba uno en querer ser un saxo tenor de culto y drogado 

Insensible a la cotidiana forma de ser acariciado por el viento porque planea por sobre lo que es un día y una noche

A los que les sigue otro día con otra noche

Y yo los veo desde arriba no muy alto por lo de mi vértigo

Y por lo de seguir viéndote aunque sea cerca de una nube hasta casi ser siendo gotas de lluvia que aún no lo son

Alumbrar cualquiera de las torres de arena

O

Resolver o revolver lo que nos queda de vida

¡Qué ilusa torre de arena colgada de una pinza de la ropa que del suelo la hago viajar a un anónimo buzón de correos!

Pero la llave se quedó dentro de lo que era el castillo o la mansión o el caparazón de una tortuga aún superviviente

Y una figura simple que te protege del peligro de fuera cuando el peligro de dentro es tan grande

Que puedes perder el pie o una oreja o toda una vida encerrada

Entre las cuatro paredes

De las que te has liberado porque las llaves se quedaron dentro y tú estás

Bien fuera

Sin saber si tienes que ahora construir un castillo de naipes

O es la tormenta de este poema la que te emp0uja a disfrazarte de Polichinela y saltar a las calles donde tantas horas han dejado de verte para recibir sus golpes

Sin dejar de ser tú con llave en la cerradura

Y por eso

Y porque quedó escrito hacía tanto

Coges un silencio de madrugada y comienzas a andar y sales sin protección y sin la vista bien graduada

Y la confusión se vuelve un camino recto y liso solo para ser andado

Y por eso está ahí

Para un paso después de otro y sin ninguna luz que pueda apagar las sombras ni el negro brote de una flor plantada en la tierra donde no la deje crecer porque alguien barre las aceras y está a punto de amanecer bajo una alfombra llena de pelusas

Ser algo de lo que no eres

Es ese andar por una calle que no te esperaba

Es una hora que no marca ningún reloj

Pues aquella calle contigo allí no es que no exista

Sino que no es ningún lugar

Sino que son las llaves del otro lado que es ahora cuando tienen vida

Dejándote a ti como un ser neutro y de esas llaves colgadas en aquel otro sitio

De caligrafía fácil a la vez que ininteligible

(Modisto)

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