REGISTRO DE PARAGUAS PERDIDOS
XXXII
Son
esos veinte minutos del día
En
los que nadie me mira ni me abraza
Pero
en los que yo me siento
Mirada
y abrazada
Solo
conmigo misma
Hasta
después de que
Tras
la ducha
Vuelvo
a alimentarme de la compañía de mi soledad
(Modisto)
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