miércoles, 24 de julio de 2019


ENGAÑAR A LA SOLEDAD

No sé por qué ocurría aquello, pero lo que más me sorprendió cuando volví al campo fue que los vi cenando por parejas, de dos en dos, compartiendo plan y plato y vino, quizás porque tuvieran miedo de verse solos cuando les llegara la muerte que podría sorprenderles en cualquier momento ya que no fue hace unos minutos en el anterior bombardeo podría ser que sí lo fuera en el siguiente, cuando estuvieran tomándose el postre o besándose a la luz del humo de un misil contra la luna.

(Modisto)

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