UN PITIDO RESPIRABLE
Mi
respiración cayó del lado de la vida cuando noté que lo que escuchaba era mi
propia respiración al fondo de un pitido, y que mi pecho subía y bajaba y
descendía con violencia, como si se tratara de mis últimos estertores de algún
moribundo que estaba cerca de mí y que era yo mismo escuchando los gritos de
quienes corrían alarmados tras la explosión de la bomba que a mí me había
taponado los oídos.
(Modisto)
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